Page 128 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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124          EL ARTE  JAPONÉS  DE  LA GUERRA

            Los  occidentales  desconocedores  de esta  estrategia  tie-
        nen  con  frecuencia  dificultades  en  distinguir  el interior  de
        la superficie,  e incluso  confunden  la apariencia con  la inten-
        ción.  Los buscadores  occidentales  del zen  tienen  una  doble
        dificultad  a este  respecto,  puesto  que han de distinguir  ade-
        más cuáles  son  de hecho  las estratagemas  sociales  japonesas
        de las auténticamente  zen.
            La última  estrategia  mencionada  de Yagyu,  el dominio
         de  «estar-sin-espada»,  es  quizá  la cima  de los  logros  de  la
        vía del guerrero,  que le permite a uno  aplicar el zen  a la vida
         ordinaria.  En  teoría,  «estar-sin-espada»  significa  la capaci-
        dad de defenderse  sin arma,  e implica que uno  sabe utilizar
         el arma  del contrincante  contra  él. Esto  no  es  sólo una  téc-
         nica para el manejo de la espada, sino también  para el deba-
         te,  la negociación  y otras  formas  de  competición;  en  este
         punto,  Yagyu  es  fiel  a los ideales  zen,  distinguiendo  entre
         los  aspectos  técnicos  del  arte  y su  propósito  inicial,  para
         establecer  una  manera  razonable  de  distinguir  entre  la
         necesidad  inevitable  y la agresión  egoísta,  tanto  en  las acti-
         tudes  como  en  la acción.

                 «Estar-sin-espada»  no  significa necesariamente  que tie-
              nes  que tomar  la espada de tu adversario.  Tampoco  signifi-
              ca  que  tienes  que  hacer  una  exhibición  de arrebatar  espa-
              das para aumentar  tu reputación.  Es el arte  de no  ser  mata-
              do cuando  no  tienes  espada.
                 La intención  básica  no  tiene  nada  que ver  con  llegar a
              arrebatar  voluntariamente  una  espada.
                 No  se  trata  de  intentar  insistentemente  arrancar  a
              alguien  lo que  claramente  está  concentrado  en  mantener
              fuera  de tu  alcance.  No  aferrarse  al intento  del  adversario
              de  mantener  su  espada  también  es  «estar-sin-espada».
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