Page 172 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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168 EL ARTE JAPONÉS DE LA GUERRA
Para los líderes japoneses, fue suficiente sentir que se
trataba de gente no mejor que cualquier otra, y que llega-
ban-con la historia de que Japón debía dejarse dominar por
Europa en nombre de Deus, su dios, que no era mejor que
cualquier otro. La ofensa que los japoneses sintieron fue
similar a la que experimentaron después las demás naciones,
cuando los militaristas japoneses sintoístas declararon el
destino de Japón como líder mundial, por haberlo hereda-
do directamente de la Diosa del Sol, a la que se erigió como
deidad suprema.
Desde un punto transcultural budista, ésta no es la
manera de tener éxito. Aunque su deber patriótico fuese
refutar la doctrina cristiana, Shosan también utilizaba con-
tinuamente su nombramiento como una oportunidad para
enseñar algo acerca del budismo. De su comparación entre
la grandeza supranacional del salvacionismo budista con el
frente globalmente politizado de las misiones cristianas,
Shosan pasa a la inconcebible sutileza de la enseñanza no
hablada del zen en contraste con la línea doctrinaria de los
cristianos. En primer lugar comparaba los conceptos cós-
micos del budismo mahayana y del cristianismo; a conti-
"nuación ponía al descubierto la misma psicología del dog-
matismo con la precisión del filo de la navaja zen.
2. La intención fundamental de la aparición de los budas
del pasado, del presente y del futuro, es conducir a
todos los seres a la iluminación. Por esto se dice que
ellos «apuntan directamente a la mente de las personas,
de manera que vean su esencia y alcancen el despertar».
Cuando Gautama Buda vine al mundo, después de
doce años de dificultades y dolorosas prácticas, el octa-
vo día del último mes del año, al ver la estrella del ama-