Page 176 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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         preocupaciones  originadas  por esta  clase  de mentalidad,  es
         muy  parecida  a la utilizada  por  uno  de los más  eminentes
         promotores  del  cristianismo  del  siglo  Xx,  el psicoanalista
         suizo  Carl  Jung.  Aunque  proclamaba  su  oposición  al
         autoritarismo  presuntuoso  religioso,  sin embargo,  Jung no
         sacó  de su  argumento  psicológico  la conclusión  de que  los
         presupuestos  metafísicos  podían  cambiarse  en  cuanto  se
         cambiasen  los  hechos  psíquicos  que  habitualmente  les
         acompañan.
            El maestro  zen  Shosan,  por el contrario,  dirige su  aten-
         ción  a la diferencia  de profundidad  entre  la mente  abierta
         del iluminismo  budista  y la mente  cerrada  del dogmatismo
         misionero  cristiano.  Las metáforas  de la lanza y la roca, y de
         la luciérnaga y la luna, constituyen  antiguas imágenes  taoís-
         tas utilizadas  para criticar  a los filósofos  materialistas  y mun-
         danos  confucianos  y su  sistema  estructurado  de  raciona-
         lizaciones.  Los  taoístas  tenían  visiones  de  la vida  mucho
         más  amplias  que  los  rígidos  y  severos  confucianos.
         Metafisica  y psicológicamente,  los  taoístas  creían  que  el
         ser  provenía  del  no-ser,  mientras  que  los  confucianos
         creían  en  la preexistencia  del ser.  Así pues,  los budistas  zen,
        :  que eran  herederos  del pensamiento  taoísta,  podían  obser-
         var  que  existían  los mismos  patrones  en  su  relación  espiri-
         tual  e  intelectual  con  el  cristianismo  doctrinario  de  los
         misioneros.
            El  siguiente  pasaje  utiliza  las  bases  tradicionales  de  la
         lógica budista,  pero  esta  vez  en  defensa  de la religión  nati-
         va japonesa.

              3.  Oigo  decir  que  es  equivocado  honrar  a  los  espíritus
                 (kami), y que  sólo  lo hacemos  porque  no  conocemos  a
                 Deus.
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