Page 61 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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EL BUSHIDO  Y LAS  ARTES  MARCIALES   57

            Sin embargo,  si no  practicas  la acción,  sólo  tendrás  en
         mente  el principio  y no  podrás hacer  nada  con  él.

       En  la terminología  budista,  «principio»  se  utiliza  fre-
    cuentemente  como  sinónimo  de  «vacío»  o  «noúmenon»,
    que  significa  la libertad  mental  subjetiva  en  la psicología
    zen.  La  necesidad  de  practicar  la «acción»  se  refiere  a  la
    exteriorización  de la libertad  interna,  un  nivel  más  avanza-
    do  de  la maestría  zen.  Principic  también  significa  teoría,
    que  es  ineficaz  sin una  práctica  que  pueda ser  aplicada.
      .  El guerrero  Musashi  también  seguía  la enseñanza  zen
    sobre  la claridad  y lucidez  de la mente,  como  base  del arte
    mismo  del aprendizaje,  aplicable  tanto  a las artes  marciales
    y a la vía del guerrero,  como  a cualquier otro  arte  o vía.  En
    el  «Pergamino  de  agua»  del  Libro  de  los cinco  anillos  de
    Musashi,  el guerrero  escribe  en  un  sentido  similar  al de
   Yagyu y Takuan,  con  una  elaboración  más  técnica.

            Según  la ciencia  de las artes  marciales,  el estado  de la
         mente  debería  permanecer  normal.  Centra  tu  mente  de
         manera  que  no  haya  desequilibrio  ni  diferencia  entre  tu
         mente  ordinaria  y tu mente  cuando  practicas  las artes  mar-
         ciales.  Déjala  que  sea  amplia  y directa,  ni  tensa  ni  floja.
         Relájala  con  calina  y saborea  profundamente  este  momen-
         to  de reposo,  de manera  que  la relajación  no  se  interrum-
         pa siquiera  un  instante.
            Aunque  estés  en  calma,  tu  mente  no  está  en  calma;
         aunque  estés apresurado,  tu mente  no  lo está.  La mente  no
         es  arrastrada  por el cuerpo,  ni el cuerpo  por la mente.  Pon
         atención  en  la mente,  no  en  el cuerpo.  Que no  haya en  ella
         insuficiencia  ni  exceso.  Aunque  superficialmente  puedas
         mostrarte  débil  de corazón,  sé fuerte  de corazón  por den-
         tro, y no  dejes que  otros  lean  tu  mente.
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