Page 83 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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LA VÍA DEL GUERRERO ZEN 79
Los ejercicios de desarrollo consisten en fortalecer la
mente lo más posible. Nuestros sentidos e ideas condicio-
nados son como bandidos que pueden robar nuestra
mente original. Estos bandidos surgen de la debilidad de
nuestras mentes. Por ello, tienes que utilizar toda tu ener-
gía para vigilar atentamente tu propia mente. La gente
interpreta mal el término zen «no-pensamiento» y lo utili-
za para convertirse en necios de mente ausente. Este es un
gran error. Tienes que mantener una mente poderosa.
La errónea interpretación del «no-pensamiento» al que
se refiere Shosan parece haber plagado los movimientos zen
desde hace siglos, desde los primeros tiempos hasta nues-
tros días. A veces no hay alguien a nuestro alcance como
Shosan para señalar que esto no es zen, y la aberración ha
sustituido equivocadamente a la cosa real. Esto polariza al
público desinformado expuesto a esta creencia, de manera
que no es útil para los que aceptan el zen ni para los que lo
rechazan basándose en este error.
La equivocación ha llegado a veces al punto de consi-
derarse la irracionalidad como la medida del zen, no sólo
por sus opositores, sino también por sus simpatizantes.
Muchas de las declaraciones incoherentes de divulgadores,
como D. T. Suzuki y C. G. Jung, atestiguan la existencia
actualmente de este fenómeno.
Algo menos llamativos que los «irracionales» son los
quietistas, que también han aparecido de vez en cuando y
que han aportado al zen una reputación de irrelevancia
social en el mejor de los casos, y de parasitismo en el peor.
Shosan fue uno de los primeros en contrarrestar estas imá-
genes negativas mediante la afirmación y la demostración
de que la mente zen no está en blanco, fuera del mundo, ni