Page 88 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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84 EL ARTE JAPONÉS DE LA GUERRA
Japón medieval no debería ser considerado como la medi-
da de la conciencia budista. Existe algo muy positivo en la
conciencia inmediata de la evanescencia, algo que no es
el puro estoicismo del guerrero en el campo de batalla ni la
anhelante languidez del poeta en el jardín. Shosan explica
cómo la tendencia a olvidar o a ignorar la transitoriedad afec-
ta al comportamiento y a la manera de vivir:
Cuando las personas olvidan que van a morir y actúan
como si fueran a vivir para siempre, no aprecian ni utilizan
plenamente los meses y los años que pasan. Mientras esto
es así, actúan sólo por codicia, cólera y falsedad, desvián-
dose de los deberes familiares y sociales, y sin entender la
responsabilidad y la bondad humanas; para ello emplean la
adulación y el allíago, descuidando el hogar y el trabajo por
pasatiempos y diversiones inútiles.
El zen de Shosan se enraizaba en las cosas prácticas de
la vida. No tenía tiempo para una «espiritualidad» etérica
divorciada de las necesidades de la vida diaria. Incluso hacía
que los fenómenos extraordinarios de los poderes psíquicos
* y del Intelecto reforzado sirvieran a necesidades comunes
como la educación y la curación. Su mezcla intelectual y
práctica de enseñanzas budistas y sociales está resumida en
su ensayo «Sobre la vida cotidiana de los guerreros», que se
dirige no sólo a los samuráis profesionales, sino que se pro-
pone como modelo para las personas de cualquier condi-
ción social.
Un samuray preguntó: «Se dice que los principios
budistas y los principios sociales son como las dos ruedas
de un carro. Sin embargo, incluso si no hubiera budismo,