Page 91 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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LA VÍA DEL GUERRERO ZEN 87
nadamente no son los únicos en hablar de zen y coexisten
en todos los tiempos y lugares codo a codo con laverdad,
Shosan enseña el budismo de una manera que muestra con
claridad su fundamento racional. Empieza con la premisa
de que «Tanto los principios budistas como los sociales no
son otra cosa que la aplicación de la auténtica rectitud, que
hace exacto el razonamiento y justa la acción».
Esta formulación es un ejemplo típico de una reflexión
concreta sobre el principio de «no dualidad», tal como lo
entiende la filosofía budista. Shosan puede decir sincera-
mente que las virtudes sociales del Budismo son sólo una,
aunque distingue matices en cómo las mismas virtudes se
entienden y practican en diferentes niveles de conciencia.
Existen diferentes niveles de profundidad en la rectitud.
En el contexto social, ésta significa desviar la razón, ser obe-
diente y justo, conceder a las relaciones sociales la atención
adecuada, estar en armonía con los demás, y ser honesto y
servicial. Esta es una manera de entrar de una dimensión
relativamente superficial a una dimensión más profunda.
Es muy conocido en el budismo el hecho de que la ética
social sirva como preparación para un desarrollo psicológi-
co posterior promovido por las prácticas espirituales. Esto
no disminuye la dignidad o la importancia de la ética social,
sino que la coloca en un contexto más amplio que el del
dogmatismo religioso. Una de las grandes ventajas del
punto de vista más vasto del budismo es que éste reduce
la tendencia humana a estancarse moralmente a través de la
ex-cesiva rigurosidad o del cinismo. Shosan lo ejemplifica al
describir el significado más profundo de la rectitud en tér-
minos metafísicos típicamente budistas.