Page 96 - El arte japonés de la guerra : entendiendo la sabiduría de la estrategia
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92 EL ARTE JAPONÉS DE LA GUERRA
minación; en caso contrario es muy difícil llegar. Es impo-
sible entrar en la vía de los budas con un corazón tibio. Si
no te proteges a ti mismo de manera segura y no te culti-
vas con esfuerzo, sufrirás con cualquier preocupación men-
tal que se presente.
A los que emplean un corazón firme y una mente esta-
ble para superar todos los obstáculos se les llama personas
en la Vía. A aquellos cuyos pensamientos se aferran a las
apariencias, y por los mismos sufren terriblemente a mer-
ced de los acontecimientos, se les llama gente ordinaria.
La actitud de Shosan parece ser la típica de un guerre-
ro y, de hecho, aportó su experiencia al entrenamiento mili-
tar y al combate en lo referente a las respuestas de la psi-
cología zen a los problemas generales de la vida y de la
muerte. Pero era muy cuidadoso distinguiendo el «valor»
requerido por la mente independiente zen, del «valor» de
los guerreros asociado a la fuerza y la violencia.
Así, las personas que mezclan el valor de la ira con sus
mentes preocupadas, tal vez tengan la fuerza en algún ins-
tante de atravesar muros de acero, pero llegará un momen-
to inevitable en el que la ira se extinga y el humor cambie.
Por el contrario, un corazón firme es inalterable y no cam-
bia. Si los guerreros lo cultivan, ¿por qué lo hacen?
Si tienen mentes preocupadas, incluso a las personas de
gran valor marcial les llega el fantasma de la impermanen-
cia cuando se enfrentan al final de sus vidas; entonces les
abandonan sus fuerzas habituales y su fiero valor, siendo
incapaces de reunir ninguna energía.
La distinción entre la fiereza animal del guerrero arma-
do que mata a los adversarios y la fiereza espiritual del gue-