Page 326 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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       veinte  carros  de  combate  a  cerrar  el  paso  a  los  macedonios;  con  aquellas  fuerzas,
       confiaba poder contener el avance de Alejandro.
           Tan pronto como Alejandro vió venir hacia él aquel cuerpo de ejército por las
       praderas ribereñas, creyó  que  Poro  se acercaba con  todo  su  ejército y que  aquellas
       tropas  eran,  simplemente,  la  vanguardia;  ordenó  a  sus  jinetes  prepararse  para  el
       combate;  pero luego observó que detrás de aquellas  tropas de caballería y de  aque­
       llos  carros  de batalla  no  avanzaba  ningún  ejército  y  dió  inmediatamente  la  orden
       de -atacar.  La  caballería  turania  se  lanzó  por  todas  partes  sobre  el  enemigo  para
       desconcertarlo  y cercarlo;  los  macedonios,  por  su  parte,  lanzáronse  a  la  carga  por
       escuadrones  y  los  hindúes,  atacados  de  este  modo,  intentaban  en  vano  resistir  o
       replegarse.  En pocos momentos  fueron completamente aniquilados,  a  pesar  de  su
       valerosa  resistencia,  dejando  sobre  el  terreno  cuatrocientos  muertos,  entre  ellos
       el hijo de Poro. Los carros de combate,  no pudiendo escapar rápidamente  a  conse­
       cuencia  de  la  blandura  del  terreno,  en  que  se  enterraban  sus  ruedas,  cayeron  en
       manos  de  los  macedonios,  que  ahora  siguieron  avanzando  con  redoblado  ardor
       combativo.
           Los restos  del cuerpo de ejército aniquilado llevaron al rey Poro la  noticia  de
       su  derrota,  de la  muerte  del  príncipe  y del  avance  de  Alejandro  sobre  el  campa­
       mento.  Poro  dióse  cuenta,  demasiado  tarde  ya,  del  enemigo  que  tenía  enfrente,
       el tiempo urgía, si quería  dar la  cara a las  consecuencias de  una  medida  a  medias,
       que  no  había  servido  sino  para  acrecentar  el  peligro.  No  había  más  camino  de
        salvación que lanzarse, con la enorme superioridad de fuerzas que aún tenía,  sobre
        el enemigo que avanzaba audazmente y destruirlo, antes de que ganase tiempo para
       que  se  uniesen  a  él  nuevas  tropas  a fin  de  contrarrestar  así  la  única  ventaja  que
        aún tenía Poro. Pero, para ello, era necesario no dejar desguarnecida la orilla frente
        al campamento  macedonio,  pues  de  otro modo el  ejército  apostado  al  otro lado  y
       dispuesto  a  atacar en  todo  momento  forzaría  el  paso  del  río  y  amenazaría  por  la
        espalda las líneas hindúes. Así,  pues,  Poro  dejó  en el  campamento algunos  elefan­
        tes y varios  miles  de hombres  para  vigilar los  movimientos  de  Crátero  y  cubrir  la
        orilla, mientras él mismo avanzaba al encuentro de Alejandro  con toda  su caballe­
        ría,  compuesta por 4,000  jinetes,  con  300  carros  de  combate,  30,000  hombres  de
        infantería y 200 elefantes.  Tan pronto como hubo cruzado las praderas pantanosas
        que  se extendían  junto  al  río  y pisó  el  campo  libre y arenoso  en  que  podían  mo­
        verse  con  toda  comodidad  sus  tropas  y  los  elefantes,  puso  a  su  ejército  en  orden
        de batalla a la usanza india; la temible línea de los  doscientos  elefantes,  colocados  *
        a  cincuenta  pasos  el  uno  del  otro,  ocupaba  casi  una  milla  de  terreno;  tras  ellos,
        como  segundo  cordón,  venía  la  línea  de  la  infantería,  distribuida  en  cuadros  de
        unos  150 hombres cada  uno entre cada  dos elefantes;  junto  a  los  últimos  cuadros
        de las  alas  derecha e izquierda,  que  sobresalían de la línea  de los  elefantes,  apare­
        cían formados  dos  mil  jinetes  de  cada  lado;  los  dos  extremos  de  la  larga  línea  de
        batalla estaban flanqueados por ciento cincuenta carros de combate en cada punta,
        cada  uno de los  cuales llevaba  dos  hombres  con  armamento pesado,  dos  arqueros
        con grandes arcos y dos aurigas armados.  La  fuerza de esta línea  de batalla  consis­
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