Page 21 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN


            muerte  a  un  ciudadano  romano,  consignándolo,  primero
            a  los  triunviri capitales  o  jueces  penales  del  fuero  común
            y,  permitiéndole  apelar  de la  sentencia  de  éstos,  mediante

            la  provocatio,  al  populus  entero,  organizado  en  comicios
            centuriados.

               Así  pues,  sistemáticamente  repudiado  por  la  conciencia
            cívica,  nunca  había  pasado  de  ser,  el  recurso  en  cuestión,
            más  que  una  mera  triquiñuela  oligárquica  para  diluir,  en

            la  asamblea  senatorial  entera,  la  responsabilidad  personal
            de sus  miembros y dirigentes en los atentados  que llevaran
            a  cabo  contra la  vida  y  seguridad  de los  ciudadanos,  cada

            vez  que  éstos  se  alzaran  en  masa  contra  la  prepotencia
            de los latifundistas;  crímenes y violaciones de que el decreto
            aludido  procuraba  hacer  responsable  a  la  casta  guberna­

            mental en su conjunto, presentando a aquellos de sus miem­
            bros personalmente comisionados para perpetrar la coacción
            ilegítima  como meros  ejecutores  sin  culpa  de  las  medidas

            dictaminadas  por  el  consejo  público  senatorial,  baluarte
            político  y  gubernativo  de  la  oligarquía  esclavista  y  lati­
            fundista.

               El  senado  consulto  acabado  de  interpretar  fue,  pues,
            dictado  por  los  senadores,  ante  la  agitación  del  tribuno
            Metelo  Nepote,  con  su  proyecto  de  ley  para  llamar  al

            punto a Pompeyo, a encargarse, ante la anarquía, del poder
            ejecutivo  extraordinario  y  dictatorial;  Metelo  contó  con
            el apoyo de  César,  que el primero  de enero de  62 se había

            hecho cargo de  su  pretura;  y los  desórdenes públicos,  que
            llenan  el  foro  de  gladiadores  y  esclavos  armados  para

            imponer,  por  la  violencia,  el  plebiscito  susodicho,  provo­
            can,  repetimos,  el  decreto  senatorial  de  emergencia,  así
            como  la  suspensión  en  sus  cargos,  de  Metelo  y  de  César.



                                                XIX
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