Page 22 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN


              Éste,  prudentemente,  se  encierra  en  su  domicilio,  calma
          a  la  turbamulta  y  es  reinstalado,  al  poco  tiempo,  en  su
          cargo,  desde  el  cual  se  convierte  en  guía  de  la  multitud

          y,  concretamente,  en  vengador  de  los  catilinarios,  siendo
          al  respecto  sus  actos  sobresalientes  el  encarcelamiento  de

           tres testigos  falsos  del  caso  Catilina.  En  cuanto  a  Metelo,
          escapa de Rorna, jurando regresar a vengarse;  y, en efecto,
          el  tribuno  acude  a  Pompeyo  a  informarle  de  los  aconte­

          cimientos  de  la  metrópoli;  pero  Pompeyo,  sin  apresu­
           rarse,  aplaza su regreso hasta la primavera del 62, haciendo

           de tal  retorno un  crucero,  casi  de  fiesta  y  de  placer,  pues
           se  detiene  en  Grecia,  de  ciudad  en  ciudad,  entre  festejos;
           y  presidiendo  en  Éfeso  la  concentración  de  sus  tropas,

           distribuye  entre  éstas  cuatrocientos millones  de sestercios.
           De haberlas querido entonces llevar hasta Roma a imponer

           su  predominio,  con  facilidad  lo  hubiera  logrado.  Pero
           Cneo  Pompeyo  Magno,  cuyas  dotes  relevantes  de  estra­
           tega  hiciéronlo  aspirar  desde  muy  joven  a  la  titularidad

           del  principatus  equester,  profesaba  esta  doctrina  y,  como

           su  máximo  dirigente,  debía  doblegar  su  programa  y  dis­
           ciplinar  su  partido  al  orden  constitucional  establecido.

              En  efecto,  el  pricipatus  fue  el  postulado  del  oportunis­
           mo  reformista, que concebía e interpretaba la problemática

           de la ecumene en función exclusiva de la plutocracia finan­
           ciera;  conviniendo esta tendencia con la mentalidad conser­
           vadora  en  la  necesidad,  común  a  ambas,  de  perpetuar  la

           estructura económica de la sociedad mediterránea, median­
           te  el  mantenimiento  intacto  de  sus  relaciones  de produc­

           ción,  cuyo  proceso,  como  queda  demostrado,  subordinaba
           las grandes mayorías  de los esclavos y vasallos al yugo de



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