Page 23 - Guerra civil
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INTRODUCCIÓN


           las  minorías  apoderadas  de  las  fuentes  e  instrumentos
           de riqueza.

              Pero,  a  la  vez,  el  principatus oponíase  a  la  libertas  en
           lo  concerniente  a  la  estructura  formal  orgánica  que  debía
           legitimar  a  esa  realidad  ya  dada,  pues  los  ideólogos  del
           principatus de ningún modo estaban conformes  con la fósil
           vigencia  de  la  constitución  política  del  siglo  tercero,  que

           seguía  atribuyendo  a  la  oligarquía  latifundista  el  mono­
           polio  gubernamental  y  postergando  en  el  ejercicio  del
           poder  a  la  plutocracia  financiera,  cuya  fuerza  económica

           —en  pleno  auge  y  equivalente  ya  a  la  de  la  casta  senato­
           rial— dábale pleno  derecho,  según  los  ideólogos  ecuestres,
           a  participar,  en  calidad  de  dirigente,  en  la  integración  de

           las  instituciones,  en  el  desempeño  de  las  magistraturas
           públicas y  en  el  usufructo  en  suma  del  aparato  estatal  por
           sus  miembros,  en  beneficio  directo  de  sus  particulares
           intereses  clasistas.

              A hacer cristalizar semejantes pretensiones propendieron
           la teoría y táctica programática del principado ecuestre que,

           en  resumidas  cuentas,  proclamaba  la  necesidad  de  man­
           tener íntegro el régimen esclavista e  imperialista  imperante,

           pero con la condición de reformar su vieja estructura orgá­
           nica;  para  lo  cual  reclamaba  la  voluntaria  subordinación
           legal  de  la  clase  latifundista  al  sector  de  la  finanza,  en

           un  sistema  de  gobierno  que  centralizara  el  poder  en  un
           llamado  “primer  ciudadano”,  en  un  equite  principal,

           en  un  princeps  plutócrata,  legítimamente  investido  del
           mando  militar absoluto,  para  seguir  manteniendo  brutal­

           mente  la  sumisión  de  las  masas  en efervescencia, a fuerza
           de  terror  y represiones;  y  Pompeyo,  el  representante más
           connotado  y  célebre  de  semejante  concepción  y programa,



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