Page 57 - Guerra civil

INTRODUCCIÓN

aislamiento popular de Pompeyo, sobre quien, a preguntas

de Clodio^ la turba respondía en contra de Cneo, cada vez
que el flamante edil la interrogaba en voz alta: “¿Quién
hace morir de hambre al pueblo?” Los dirigentes de la
intransigencia senatorial profirieron también imprecacio­

nes antipompeyanas, y Pompeyo contestó con amenazas:
su dignidad quedó a salvo, pero también resultó evidente
el vacío que se había hecho en torno suyo.

Acontece entonces el proceso de Rabirio, también acu­
sado de Vi, y a quien Cicerón defiende aprovechándose

de ello para hacer una apología de su destierro, una crítica
velada al triunvirato y el croquis de su programa de res­
taurar la república; defendió también Cicerón a Marco

Celio Rufo, de otro proceso de Vi, por haber participado
en la muerte de Dion, embajador de Berenice en Roma,
cuando ésta solicitaba para ella el trono agipcio. En ambos

procesos, los clientes de Cicerón resultaron absueltos. Pero,
a continuación, después de haber acordado el senado a
favor de Pompeyo, en su calidad de curator annonae, un

fondo de compra de trigo por cuatrocientos millones de
sestercios, Cicerón tomó la palabra y postergó para los idus
de mayo el examen de una rogatio agraria sobre el ager

campanus que favorecía a los patres y que había sido
propuesta por el tribuno Publio Rutilo Rufo, quien hubo
de retirar su proyecto en tal sentido.

Sobreviene en abril de 56 el pacto de Luca, cuyos acuer­
dos fueron, sustancialmente, los siguientes: Pompeyo y

Craso ocuparían en 55 la primera magistratura; después,
uno y otro obtendrían por muchos años una provincia y

legiones; Pompeyo las dos Hispanias, Craso la Siria; pero
ello con la condición de prorrogar por igual tiempo el

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