Page 59 - Guerra civil
P. 59

INTRODUCCIÓN


           sitos  políticos  de  Craso:  la  ambición  de  enriquecerse  aún
           más.

              En  marzo  de  55,  el  tribuno  Trebonio  propuso  un  ple­
           biscito  que  reunía  a  las  dos  Españas  en  una  sola  pro­
           vincia, para adjudicarlas a  Pompeyo por  cinco  años,  y  que

           entregaba  la  Siria  y sus  confines  a  Craso,  ambos  cónsules
           en funciones;  gobernarían  sus provincias durante un quin­
           quenio;  a  pesar  de  la  oposición  de  Catón,  la  ley  pasó.  Y
           conforme  al  pacto  triunviral  de  Luca,  una  ley  Pompeya-

           Licinia prorrogaba por igual tiempo al de los dos gobiernos
           susodichos el imperium del procónsul de las  Galias;  a pesar
           de  Catón,  también  esta  ley  pasó.

              El  consulado’de  Pompeyo  y  Craso  fue  mediocre  por  su
           actividad  legislativa:  produjo  simplemente  una  Lex Pom­

           peia  de  Parricidio,  con  muerte  o  pena  capital  para  los
           asesinos  de  cualquier  pariente;  la  Lex  Pompeia  de  Ju­
           diciis,  que  permitía  a  los  antiguos  centuriones  que  así  lo

           solicitaran,  formar parte  de los jurados;  la Lex Licinia de
           Sodalices,  que  restringía  el  derecho  de  asociación,  para
           reprimir  a  los  clubes  enemigos  de los triunviros;  y  a  eso

            se  redujo  la gestión  de  ambos cónsules;  y  es  que  Craso,
            como  lo  hemos  ya  señalado,  no  veía  más allá  de las  con­
           tingencias inmediatas, según lo advierte Adcock en su exce­

           lente  opúsculo  Marcus  Crasus  Millionaire,  y  Pompeyo,
           vanidoso,  quería  sólo  más  riquezas  y  más  homenajes,  a
           parte  de  su  débil  programa  reformador:  el  principatus.

               En  el  54, Craso, viejo  y  sordo a  sus  sesenta años,  como
            lo  hace  notar  Michael Grant, sale rumbo  a  Siria,  en  tanto

            que  César  recorre  la  Galia  como  un  conquistador, une  la
           Aquitania a los Pirineos por caminos hasta entonces inexis­
           tentes;  sobre un puente, especialmente construido para ello,




                                               LVII
   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64