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I ll  GUERRA  CIVIL



                                              LXVIII


               1    Se  insiste,  aquí  más  que  en  ninguna otra  parte,  en la  mención
            de  la  Fortuna  como  una  entidad  existente  y  promotora  de  todas
            las  cosas.

                                               LXIX


               1 Treinta  mil  hombres,  aproximadamente.
               2 La  puerta  trasera  de  un  campamento  romano,  la  contraria
            a  la  porta  praetoria.
               3 Haciendo  un  cálculo,  los  primeros  se  arrojaron  de  seis  metros
            de  altura.

                                               LXX

               Carece  de  notas.


                                               LXXI


               1    Se  trata  de  los  miembros  de  la  plutocracia  financiera  de  la
           metrópoli.
              2 Tuticano  Galo:  sólo  conocido  por  esta  cita.
               8   Cayo  Fleginate:  sólo  conocido  por  esta  cita;  originario  de
            Placencia,  ciudad  de  la  Galia  Cispadana.
               4 Aulo  Granio:  sólo  conocido  por  esta  cita;  originario  de
            Puteoli,  puerto  de  la  Campania.
               5 Marco  Sacrativiro:  sólo  conocido  por  esta  cita;  originario
           de  Capua.
              e Cuando  un  comandante  era  proclamado  imperator  por  sus
           soldados,  tenía  derecho  a  añadir  el  epíteto  a  su  nombre,  al
           suscribir  sus  cartas.
              7 Se  trataba  de  una  corona  de  laurel  que  los  comandantes
           saludados  imperatores  colocaban  como  símbolo  de  su  gloria  sobre
           las  haces  de  varas  de  sus  lictores;  pero  Pompeyo  se  negó  a
           hacer  esto  así  como  lo  explicado  en  la  nota  anterior,  porque,
           a  su  parecer,  esta  victoria,  obtenida  de  ciudadanos  romanos,  no
           era  propicia  a  su  gloria,  así  que  sólo  “se  dejó”  designar  con
           el  epíteto.
              8 La  ironía  de  Labieno,  además  de  repugnante  es  macabra,
           y  revela  un  espíritu  totalmente  desequilibrado.



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