Page 386 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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equites,  cum post  se  legiones viderent,  praecipites hos­
        tes  egerunt,  (4)  magnoque  eorum  numero  interfecto,
        neque  sui  colligendi  neque  consistendi  aut  ex  essedis
        desiliendi facultatem dederunt. (5) Ex hac fuga protinus
        quae  undique  convenerant  auxilia  discesserunt,  neque
        post  id  tempus  umquam  summis  nobiscum  copiis  hos­
        tes  contenderunt.

           XVIII.     (1) Caesar, cognito consilio eorum, ad flumen
        Tamesim *  in fines Cassivellauni *  exercitum duxit; quod
        flumen uno omnino loco pedibus, atque hoc aegre, tran-
        siri  potest.  (2)  Eo  cum  venisset,  animum  advertit  ad
        alteram fluminis ripam magnas esse copias hostium in­
        structas.  (3)  Ripa  autem  erat  acutis  sudibus  praefixis
        munita, eiusdemque generis sub aqua defixae sudes flu­
        mine tegebantur. (4) His rebus cognitis a captivis perfu-
        gisque,  Caesar,  praemisso  equitatu,  confestim  legiones
        subsequi  iussit.  (5)  Sed  ea  celeritate  atque  eo  impetu
        milites ierunt, cum capite solo ex aqua exstarent, ut hos­




        tes con esta ayuda, viendo que las legiones les guardaban la espalda, pusie­
        ron a los enemigos en precipitada fuga, (4) y, haciendo en ellos gran matan­
        za,  no  les  dieron  lugar a  rehacerse  ni  detenerse  o  saltar de  sus  carros.  (5)
        Después  de  esta  fuga,  escaparon  al  punto  las  tropas  auxiliares  que habían
        acudido de todas partes,  y nunca,  en adelante,  nos opusieron  los enemigos
        el  grueso  de  sus  tropas.
           XVIII.   (1) César,  penetrando sus  designios,  llevó el ejército a  los  terri­
         torios de Casivelauno, a las orillas del Támesis, río que sólo puede vadearse
         en  un  lugar,  y  aun  eso  con  dificultad.  (2)  Llegado  allí,  advirtió  que  en  la
         ribera  opuesta  estaban  formadas  muchas  tropas  enemigas.  (3)  Además,  la
         orilla estaba guarnecida de estacas puntiagudas, y clavadas en el fondo del
         río  había  otras  semejantes,  cubiertas  por  el  agua.  (4)  Enterado  César  de
         esto  por  los  cautivos  y  desertores,  enviando  delante  la  caballería,  mandó
         que las legiones siguieran inmediatamente. (5) Y con tal rapidez y brío avan­
         zaron los soldados, a pesar de no quedarles fuera del agua más que la cabe-
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