Page 408 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
P. 408

hoste ea dicebantur, tamen non neglegenda existimabant,
        maximeque  hac  re  permovebantur,  quod  civitatem  ig­
        nobilem atque humilem Eburonum *  sua sponte populo
        Romano  bellum  facere  ausam  vix  erat  credendum.  (2)
        Itaque  ad consilium  rem  deferunt,  magnaque  inter eos
        exsistit  controversia.  (3)  L.  Aurunculeius *  complures-
        que  tribuni  militum et  primorum ordinum centuriones
        nihil temere agendum neque ex hibernis iniussu Caesa­
        ris discedendum existimabant; (4) quantasvis copias Ger­
        manorum  sustineri  posse  munitis  hibernis  docebant:
        Rem  esse  testimonio,  quod  primum  hostium  impetum,
        multis  ultro vulneribus  inlatis,  fortissime  sustinuerint;
        (5) re frumentaria non premi;  interea et ex proximis hi­
        bernis  et  a  Caesare  conventura  subsidia;  (6)  postremo,
        quid  esset  levius  aut  turpius,  quam,  auctore  hoste,  de
        summis  rebus  capere  consilium?

           XXIX.      (1) Contra ea Titurius *  sero facturos clami­
        tabat,  cum  maiores  manus  hostium,  adiunctis  Germa-



        del  enemigo,  no  creían  que  debiera  despreciarse,  y  lo  que  más  les  movía
        era  el  no  poder  creer que  un  pueblo  sin  renombre y  tan  débil  como  el  de
        los  eburones  se  atreviera  por  sí  solo  a  hacer  la  guerra  a  los  romanos.  (2)
        En  conclusión,  reúnen consejo  para  deliberar,  y  se origina  entre ellos  una
        gran  controversia.  (3)  L.  Aurunculeyo  y  varios  tribunos  de  los  soldados  y
        centuriones  de  los  primeros  órdenes juzgaban  que  no  se  debía hacer nada
        con  precipitación  ni  salir  del  campamento  sin  orden  de  César;  (4)  decían
        que dentro del campamento fortificado se podían defender contra cualquier
        multitud de tropas germanas: prueba de ello era que habían  resistido vigo-
        rosísimamente el primer asalto de los enemigos, causándoles, además, gran
        daño;  (5)  que  no  les  faltaba  trigo;  entre  tanto  vendrían  socorros,  enviados
         por los campamentos vecinos y por César, (6) y, por fin, ¿qué cosa más teme­
         raria  o  vergonzosa  que  seguir el  parecer  del  enemigo  en  asuntos  de  tanta
         importancia?
           XXIX.   (1)  Contra esto  gritaba Titurio  que  sería  tarde,  una  vez  que  se
         hubiesen  reunido  más  tropas  enemigas,  con  la  llegada  de  los  germanos,  o
                                 142
   403   404   405   406   407   408   409   410   411   412   413