Page 450 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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ro *,  ab  eodem  Verticone *,  quem  supra  demonstravi­
         mus,  data facultate,  Gallum  reperit qui  litteras  ad Cae­
         sarem deferat; hunc admonet iter caute diligenterque fa­
         ciat;  (3)  perscribit  in  litteris  hostes  ab  se  discessisse
         omnemque  ad  eum  multitudinem  convertisse.  (4)  Qui­
         bus litteris circiter media nocte adlatis, Caesar suos fa­
         cit  certiores  eosque  ad  dimicandum  animo  confirmat.
         (5)  Postero  die,  luce  prima,  movet  castra  et,  circiter
         milia  passuum  quattuor  progressus,  trans  vallem  et
         rivum multitudinem hostium conspicatur. (6) Erat mag­
         ni periculi  res tantulis copiis iniquo loco dimicare; tum,
         quoniam obsidione liberatum Ciceronem *  sciebat, aequo
         animo  remittendum  de  celeritate  existimabat:  (7)  con­
         sedit  et  quam  aequissimo  loco  potest  castra  communit
         atque  haec,  etsi  erant  exigua  per  se,  vix  hominum  mi­
         lium  septem,  praesertim  nullis  cum  impedimentis,  ta­
         men  angustiis  viarum  quam  maxime  potest  contrahit,
         eo consilio  ut  in  summam  contemptionem hostibus  ve-





          éstas de cerca de sesenta mil guerreros. Cicerón, por medio del mismo Ver-
          ticón,  a  quien  ya  hemos  mencionado  arriba,  encuentra  un  galo  dispuesto
          a  llevar  una  carta  a  César;  le  encarga  que  haga  el  camino  con  cautela  y
          diligencia; (3) el contenido de la carta era que  los enemigos  habían abando­
          nado  el  cerco  y  se  habían  dirigido  con  todas  sus  tropas  contra  César.  (4)
          Recibida  esta  carta  cerca  de  la  media  noche,  César  la  da  a  conocer  a  los
          suyos  y  los  anima  para  el  combate.  (5)  Al  día  siguiente,  al  rayar  el  alba,
          mueve su campo y, después de avanzar cerca de cuatro mil pasos, descubre
          la  multitud  de  los  enemigos  al  otro  lado  de  un  valle  por  donde  corría  un
          arroyo.  (6)  Era  cosa  muy  expuesta  presentar  batalla  con  tropas  tan  esca­
          sas en un lugar desfavorable; además, sabiendo que Cicerón estaba ya libre
          del  cerco,  creía  que no era  necesario apresurarse;  (7) por lo cual  hizo alto,
          acampando y  fortificándose en  el  mejor lugar  que  pudo,  y el  campamento,
          que  ya  de  suyo  era  pequeño,  como  hecho  para  apenas  siete  mil  hombres,
          y éstos sin ningún bagaje,  lo  reduce todavía  lo más que puede,  estrechando
          las  calles,  buscando  con  esto  el  mayor  desprecio  por  parte  del  enemigo.
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