Page 642 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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(4) Tum, crebris diurnis nocturnisque eruptionibus, aut
        aggeri ignem inferebant aut milites occupatos in opere
        adoriebantur, et nostrarum turrium altitudinem, quan­
        tum has cotidianus agger expresserat, (5) commissis sua­
        rum  turrium  malis,  adaequabant,  et  apertos  cuniculos
        praeusta et praeacuta materia et pice fervefacta et ma­
         ximi ponderis saxis morabantur moenibusque adpropin-
         quare  prohibebant.

            XXIII.     (1)  Muri  autem  omnes  Gallici  hac  fere  for­
         ma  sunt.  Trabes  derectae,  perpetuae  in  longitudinem,
         paribus  intervallis,  distantes  inter  se  binos  pedes*,  in
         solo conlocantur. (2) Hae revinciuntur introrsus et mul­
         to aggere vestiuntur;  ea autem quae diximus  intervalla
         grandibus  in fronte  saxis  effarciuntur.  (3)  His  conloca-
         tis et coagmentatis, alius insuper ordo additur, ut idem
         illud intervallum servetur neque inter se contingant tra­
         bes,  sed,  paribus  intermissae  spatiis,  singulae  singulis
         saxis  interiectis  arte contineantur.  (4) Sic deinceps om-



         (4) Tampoco dejaban de hacer frecuentes salidas de día y de noche, poniendo
         fuego al terraplén o atacando a los soldados ocupados en el trabajo; y, cuanto
         subían  nuestras  torres  con  el  crecimiento  diario  del  terraplén,  otro  tanto
         elevaban  las  suyas,  añadiéndoles  postes,  que  trababan  unos  con  otros;
         (5) y contrarrestaban las minas abiertas con maderos, aguzados y endurecidos
         al  fuego,  con  pez  hirviendo  y  con  piedras  de  enorme  peso,  impidiendo  a
         los  minadores  acercarse  a  las  murallas.
           XXIII.   (1) La estructura  de  todas  las  de  la  Galia  es  aproximadamente
         ésta:  se  tienden  en  el  suelo,  con  un  intervalo  regular de  dos  pies  y  a  todo
         lo largo del muro, vigas perpendiculares a éste. (2) Se las sujeta por la parte
         de dentro y  se llenan  los huecos con mucha  tierra y cantos.  Los  intervalos
         que hemos dicho se guarnecen por delante con  muchas piedras. (3) Coloca­
         do todo esto y hecho un solo cuerpo, se añade otra capa encima, de manera
         que  quede  el  mismo  intervalo,  sin  que  las  vigas  se  toquen  entre  sí,  sino
         que,  guardando  bien  las  distancias,  cada  una  ocupe  su  debido  lugar,  con
         las  correspondientes  piedras  interpuestas.  (4) Así  se  sigue  alzando  toda  la
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