Page 646 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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turrium eruptio fiebat. (4) Alii faces atque aridam mate­
          riam de muro in aggerem eminus  iaciebant,  picem reli-
         quasque  res  quibus  ignis  excitari  potest  fundebant,  ut
          quo primum occurreretur aut cui rei ferretur auxilium
          vix  ratio  iniri  posset.  (5) Tamen,  quod,  instituto Caesa­
          ris, semper duae legiones* pro castris* excubabant plu-
          resque,  partitis  temporibus,  erant  in  opere,  celeriter
          factum  est  ut  alii  eruptionibus  resisterent,  alii  turres
          reducerent  aggeremque  interscinderent,  omnis  vero ex
          castris  multitudo  ad  restinguendum  concurreret.

             XXV.      (1) Cum in omnibus locis, consumpta iam re­
          liqua  parte  noctis,  pugnaretur  semperque  hostibus
          spes  victoriae  redintegraretur,  eo  magis  quod  deustos
          pluteos*  turrium*  videbant nec facile adire  apertos ad
          auxiliandum animadvertebant,  semperque ipsi recentes
          defessis  succederent omnemque Galliae salutem in illo
          vestigio temporis positam arbitrarentur, accidit, inspec­
          tantibus  nobis,  quod,  dignum memoria visum,  praeter-


          cían  una  salida  por  dos  puertas,  a  ambos  lados  de  las  torres.  (4)  Unos
          arrojaban desde la proximidad del muro teas y madera seca sobre el terra­
          plén,  otros  vertían pez y otras  materias con  que pudiera incrementarse  el
          fuego;  de modo que apenas  se  podía resolver a  dónde se acudiría primero
          o  qué  cosa  pedía  más  pronto  remedio.  (5)  No obstante,  como César  había
          ordenado  que  dos  legiones  estuvieran  siempre  alerta  delante  del  campa­
          mento,  mientras  otras  varias  se  turnaban  en  los  trabajos,  rápidamente  se
          consiguió que unos hicieran frente a las salidas y otros retirasen las torres
          y  cortasen el  terraplén,  acudiendo todo el  resto del  ejército a  extinguir el
          fuego.
             XXV.   (1)  Mientras  se  luchaba  en  todas  partes,  pasado  ya  el  resto  de
          la  noche,  renovándose  continuamente  en  los  enemigos  la  esperanza  de  la
          victoria, sobre todo al ver quemadas  las cubiertas de nuestras torres y ad­
          vertir  la dificultad  de  llevar  socorro a  pecho  descubierto,  relevando  ellos
          continuamente a los cansados con tropas de refresco y creyendo que la sal­
          vación de la Galia dependía por completo de aquel momento,  sucedió ante
           nuestros ojos un caso que, por ser tan memorable, nos pareció que no debía
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