Page 662 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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pars  cum  parte  civitatis  confligat.  Id  ne  accidat,  posi­
        tum  in  eius  diligentia  atque  auctoritate.

           XXXIII.     (1)  Caesar,  etsi  a bello  atque  hoste  disce­
        dere detrimentosum esse existimabat,  tamen, non igno­
        rans quanta ex dissensionibus incommoda oriri consues-
        sent, ne tanta et tam coniuncta populo Romano civitas*,
        quam ipse semper aluisset omnibusque rebus ornasset,
        ad vim atque arma descenderet,  atque ea pars quae mi­
        nus  sibi  confideret  auxilia a Vercingetorige  arcesseret,
        huic rei praevertendum existimavit, (2) et, quod legibus
        Haeduorum,  iis  qui  summum  magistratum  obtinerent
        excedere ex  finibus non liceret,  ne quid de  iure  aut  de
        legibus  eorum  deminuisse  videretur,  ipse  in  Haeduos
        proficisci statuit senatumque* omnem et quos inter con­
        troversia esset  ad se  Decetiam evocavit.  (3)  Cum prope
        omnis civitas* eo convenisset, docereturque, paucis clam
        convocatis, alio loco, alio tempore atque oportuerit fra­
        trem a fratre renuntiatum, cum leges duo ex una fami-



        dose la contienda,  se llegaría a  la guerra civil.  El  evitar esta desgracia de­
        pendía  de  la  diligencia  y  autoridad  de  César.
          ΧΧΧΙΙΙ.  (1) Éste, aunque creía perjudicial abandonar la guerra y al ene­
        migo,  sin  embargo,  no  ignorando  cuán  grandes  males  suelen  provenir  de
        las  discordias,  para  evitar que aquella  nación  tan  importante  y  tan  unida
        al  pueblo romano,  a la cual  él siempre había favorecido y  honrado por to­
        dos  los  medios,  apelara  a  la  violencia  y  a  las  armas,  y  el  partido  que  se
        creyese más débil pidiera ayuda a Vercingetórix, pensó que debía dar prefe­
        rencia  a  este  asunto;  (2)  y,  como  las  leyes  de  los  heduos  prohibían  a  los
        que desempeñaban la suprema magistratura salir de su territorio,  para no
        parecer que  violaba  en  algo  sus  derechos  o  leyes,  determinó  ir  él  al  país
        heduo y convocó a su presencia en Dececia al  senado y a los competidores.
        (3) Habiéndose reunido allí casi todo el pueblo,  y conociendo César por las
        declaraciones secretas de unos pocos que un hermano había sido proclama­
        do por el otro donde y cuando no debía, siendo así que las leyes prohibían,
        no sólo elevar a  la magistratura,  sino incluso admitir en el  senado a aquel
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