Page 704 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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LUI.   (1) Hac habita contione et  ad extremam ora­
         tionem confirmatis militibus, ne ob hanc causan animo
         permoverentur neu, quod iniquitas loci attulisset, id vir­
         tuti hostium tribuerent, eadem de profectione cogitans
         quae  ante  senserat,  legiones*  ex  castris*  eduxit aciem-
         que* idoneo loco constituit. (2) Cum Vercingetorix nihi­
         lo minus intra munitiones  remaneret neque  in aequum
         locum descenderet,  levi facto equestri proelio atque eo
         secundo, in castra exercitum* reduxit. (3) Cum hoc idem
         postero  die  fecisset,  satis  ad  Gallicam  ostentationem
         minuendam  militumque  animos  confirmandos  factum
         existimans,  in  Haeduos  movit  castra*.  (4)  Ne  tum  qui­
         dem insecutis hostibus, tertio die ad flumen Elaver pon­
         tes  reficit  eoque  exercitum  traducit.

            LIV.  (1)  Ibi,  a Viridomaro  atque  Eporedorige  Hae­
         duis  appellatus,  discit  cum omni  equitatu*  Litaviccum
         ad sollicitandos Haeduos profectum: opus esse ipsos an­
         tecedere ad confirmandam civitatem*. (2) Etsi multis iam



            LIII.  (1) Después de este discurso, al fin del cual exhortó a los soldados
         a que no  se desanimasen por eso,  ni atribuyesen al valor de  los  enemigos
         el  revés  ocasionado  por  la  desigualdad  de  las  posiciones;  persistiendo  en
         sus  anteriores  proyectos  de  retirada,  sacó  las  legiones  del  campamento y
         las  formó en  orden de batalla en un lugar apropiado. (2) Como a pesar de
         todo Vercingetórix permaneciese dentro  de  las  fortificaciones  y no bajase
         al llano, después de una ligera escaramuza de la caballería, que le fue favo­
         rable,  retiró el  ejército al  campamento.  (3)  Hizo lo  mismo  al  día siguiente
         y,  creyendo que esto bastaba ya  para quitar humos a  los  galos y  levantar
         el  ánimo  a  nuestros  soldados,  alzó  el  campamento y  se  dirigió  al  país  de
         los  heduos.  (4)  Ni  siquiera  entonces  le  siguieron  los  enemigos,  y  al  tercer
         día  reparó  los  puentes  del  Allier  y  pasó  el  ejército.
            LIV.  (1) Viniendo a encontrase allí con él los heduos Viridomaro y Epo­
         redorix,  se  entera  de  que  Litavico  había  marchado  con  toda  la  caballería
         a sublevar a los heduos: era necesario que ellos mismos se anticipasen para
         mantener  al  pueblo  en  su  deber.  (2)  Aunque  por  muchos  indicios  conocía
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