Page 722 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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iciuntur; (4) ab sinistro, quem locum duodecima legio
tenebat, cum primi ordines* hostium transfixi telis con
cidissent, tamen acerrime reliqui resistebant, nec dabat
suspicionem fugae quisquam. (5) Ipse dux hostium, Ca-
mulogenus, suis aderat atque eos cohortabatur. (6) At,
incerto etiam nunc exitu victoriae, cum septimae legio
nis tribunis* esset nuntiatum quae in sinistro cornu ge
rerentur, post tergum hostium legionem ostenderunt
signaque* intulerunt. (7) Ne eo quidem tempore quis
quam loco cessit, sed circumventi omnes interfectique
sunt. (8) Eandem fortunam tulit Camulogenus. At ii qui
praesidio contrá castra Labieni erant relicti, cum proe
lium commissum audissent, subsidio suis ierunt collem-
que ceperunt, neque nostrorum militum victorum im
petum sustinere potuerunt. (9) Sic, cum suis fugienti
bus permixti, quos non silvae montesque texerunt ab
equitatu sunt interfecti. (10) Hoc negotio confecto, La
bienus revertitur Agedincum, ubi impedimenta totius
exercitus relicta erant: inde cum omnibus copiis ad Cae
sarem pervenit.
(4) por la izquierda, donde peleaba la duodécima, a pesar de haber caído
las primeras filas de enemigos atravesadas por nuestros dardos, los otros
resistían vigorosamente, y ninguno daba señales de querer huir. (5) Camuló-
geno, general de los enemigos, estaba personalmente entre los suyos, aren
gándolos. (6) Pero los tribunos de la legión séptima, mientras estaba aún
indecisa la victoria, enterados de lo que sucedía en el ala izquierda, se deja
ron ver con la legión a espaldas de los enemigos y cargaron sobre ellos.
(7) Ni siquiera entonces abandonó nadie su puesto, sino que todos fueron
rodeados y muertos. (8) La misma suerte corrió Camulógeno. Pero los que
habían quedado de guarnición frente al campamento de Labieno, al saber
que se había trabado batalla, acudieron en socorro de los suyos y tomaron
una colina; mas tampoco ellos pudieron resistir la acometida de nuestros
soldados vencedores. (9) Así, mezclados en la fuga de los suyos, los que
no pudieron esconderse en los bosques y montes fueron muertos por la
caballería. (10) Acabada esta empresa, vuelve Labieno a Agedinco, donde
habían quedado los bagajes de todo el ejército. Desde allí, con todas sus
tropas, llega a reunirse con César.
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