Page 758 - Guerra de las Galias [Colección Gredos Bilingüe] I-II-III
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prosternere et perpetuae servituti subicere. (10) An, quod
        ad diem  non  venerunt,  de eorum  fide constantiaque  du­
        bitatis?  Quid  ergo? Romanos  in  illis  ulterioribus  m uni­
        tionibus  animine  causa  cotidie  exerceri  putatis? (11)  Si
        illorum  nuntiis confirm ari non potestis, omni aditu prae­
        saepto,  his utim ini  testibus adpropinquare eorum adven­
        tum; cuius rei timore exterriti, diem noctemque in opere
        versantur.  (12)  Quid  ergo  mei  consilii  est?  Facere  quod
        nostri maiores nequaquam pari bello Cimbrorum  Teuto-
        numque fecerunt; qui, in oppida* compulsi ac sim ili ino­
        pia subacti,  eorum corporibus qui aetate ad  bellum  inu­
        tiles  videbantur  vitam  toleraverunt,  neque  se  hostibus
        tradiderunt. (13) Cuius  rei si exemplum  non  haberemus,
        tamen  libertatis causa  institui et posteris prodi pulcher­
        rimum  iudicarem.  (14) Nam  quid huic simile  bello  fuit?
        Depopulata  Gallia,  Cimbri,  magnaque  inlata  calamitate,
        finibus quidem nostris aliquando excesserunt atque alias
        terras petierunt; iura,  leges,  agros,  libertatem  nobis  reli-




        necedad  e  imprudencia,  o  por  vuestra  cobardía.  (10)  ¿Es  que,  porque  no
        han  llegado  dentro  del  plazo,  váis  a  dudar de  su  lealtad  y firmeza?  ¿Pues
        qué? ¿Acaso pensáis que los romanos trabajan incesantemente en esas nue­
        vas fortificaciones sólo por divertirse? (11) Si no podéis recibir mensajeros
        de  los  nuestros,  por estar cortados  todos  los  caminos,  ved en  los  mismos
        enemigos la prueba de que se aproxima su llegada;  pues el  temor que ésta
        les  causa es  lo que  les  hace  trabajar día y noche.  (12) ¿Cuál  es,  en  conclu­
        sión,  mi  consejo?  Hacer  lo  que,  en  la  guerra  de  los  cimbros  y  teutones,
        de ningún modo igual a ésta,  hicieron nuestros mayores; los cuales, acorra­
        lados  en  sus  ciudades  y  agobiados  por  penuria  semejante,  sustentaron  su
        vida  con  los  cuerpos  de  aquellos  que  por  la  edad  parecían  inútiles  para
        la guerra, y no se rindieron a los enemigos. (13) Aunque no tuviéramos ejem­
        plo de esto, sin embargo, por amor a la libertad, me parecería gloriosísimo
        darlo y  trasmitirlo  a  nuestros  descendientes.  (14)  Pues  ¿qué  tuvo que  ver
        aquella guerra con ésta? Los cimbros, después  de haber devastado la Galia
        y haber causado grandes estragos,  salieron  por fin de nuestro  país y  mar­
        charon  a otras  tierras,  dejándonos  nuestros  fueros,  leyes,  campos  y liber-
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