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Paso 1, identificar los elementos de mantenimiento o estructura que requieren análisis.

Paso 2, identificar las funciones y los modos de fallo asociados al elemento y el efecto de un fallo.

Paso 3, identificar las tareas que pueden tener una eficacia potencial.

Etapa 4, evaluar la aplicabilidad de esas tareas y seleccionar las que se consideren necesarias.

Paso 5, para las estructuras únicamente, evaluar los umbrales de muestreo iniciales.

El diagrama de flujo del proceso del documento MSG-2 es demasiado complejo para repetirlo aquí,
especialmente porque el proceso MSG-2 ya no se utiliza. Sin embargo, es importante entender cómo se
asignaron los procesos de mantenimiento a las tareas seleccionadas. La figura 2-1 es un diagrama
simplificado de ese proceso. Brevemente, si el fallo de la unidad está relacionado con la seguridad (bloque
1) y existe una comprobación de mantenimiento disponible para detectar una reducción de la resistencia
al fallo (bloque 4), entonces el elemento en cuestión se identifica como en condiciones. Si no se dispone de
dicha comprobación, el elemento se clasifica como en mal estado. El alumno puede seguir la lógica de la
Fig. 2-1 para las demás condiciones.

Figura 2-1 Diagrama de flujo simplificado del GMS-2.

Una vez determinada la acción de mantenimiento, es necesario definir la frecuencia con la que debe
realizarse dicho mantenimiento. A continuación, se utilizaron los datos disponibles sobre las tasas de fallo,
las tasas de retiro, etc. del elemento para determinar la frecuencia con la que debe realizarse el
mantenimiento.

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