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2.12. EL ARTE DE HABLAR POR TELÉFONO
En una época en que existe una saturación masificada de mensajes era
necesario personalizar cada vez más los contactos, y el teléfono es un medio
de comunicación directo que permite conocer el punto de vista de una buena
comunicación:
• Identificarse en los primeros segundos. Se gana la confianza del/la
interlocutor/a (“a nadie le gusta hablar con una voz desconocida”).
• Captar la atención o despertar la curiosidad, explicando el motivo de
la llamada.
• Asegurarse que el momento para comunicarse es el más oportuno,
formulando preguntas como “¿Me puede conceder un minuto?” o,
“¿Prefiere que le llame más tarde?”.
De igual manera, la voz (ritmo, articulación, entonación), las
palabras (positivas o negativas), la forma (técnica de preguntar), el
silencio (su importancia, saber interpretarlo y utilizarlo), la escucha
(saber escuchar), son componentes importantes para una buena
comunicación telefónica. No menos importante es saber sonreír por
teléfono.
La sonrisa se oye y se transmite por teléfono, pues la expresión facial
cambia la entonación de nuestras palabras y esto es percibido por nuestro/a
comunicante.
La comunicación telefónica no es, aunque pueda parecer lo contrario,
algo que nos está dado, ni fácil de establecer. Es, más bien, una forma de
lenguaje que es necesario aprender a practicar si consideramos al teléfono
para algo más que para llamar a los bomberos.
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