Page 218 - La Constitución de los atenienses
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1A CONSTITUCIÓN DE LOS ATENIENSES



                recibían,  ni  como  afirma  el Anónimo,  que  los  ricos  se  empobre­

                cieran.  Esto último podía suceder en caso de derrotas en la guerra

                o de la invasión del Ática.

                    14      En cuanto a los aliados...: El Anónimo observa el comporta­

                miento de los atenienses frente a los aliados, que reproduce la acti­

                tud que el demos adopta frente a los pudientes en Atenas.  Para  el

                Anónimo, el ^ m os trata a los aliados con dureza por la necesidad

                de  preservar  el  régimen  democrático,  como  sucede  en Tucídides
                (cf.  1  76.1,  11  61,  1),  y  también  por  la  utilidad  concreta  que  el

                dominio  significaba  para  la  economía  de  los  habitantes  y  de  la

                ciudad.

                   f abrican procesos: Los  sicofantas fabricaban procesos  a los  alia­

                dos y manifiestan  así su odio a los pudientes de las ciudades alia­

                das;  esa forma de actuar constituía, a la vez,  un instrumento para

                fortalecer el régimen democrático. La persecución de los aristócra­
                tas de las ciudades aliadas era implacable, como puede inferirse de

                esta descripción.  Pero el autor no está juzgando la actitud del de­

                mos, sino que explica sus causas que él fundamenta en el principio

                de lo útil.  Como el Anónimo no está de acuerdo con  esa actitud,-

                se  ve  en  la  necesidad  de  mostrar sólo  los  abusos  contra las  clases

                altas de dentro y de fuera y, aunque  menciona los  beneficios  que
                obtenía la ciudad (no menciona su embellecimiento que había su­

                cedido mucho antes),  ni siquiera alude a la utilidad que todo ello

                significaba para los ricos atenienses, como la adquisición de pose­

                siones  en  ultramar  y  el  comercio  exterior,  en  detrimento  de  las

                ciudades aliadas. Podemos suponer que los ricos beneficiados eran

                los  colaboracionistas,  pero  el Viejo  Oligarca tiene  cuidado  en  no
                atacarlos.






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