Page 239 - La Constitución de los atenienses
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NOTAS  AL TEXTO  ESPAÑOL




       ción  cómica  como  una  prueba  de  la  extraordinaria  libertad  de  ex­

       presión  que  el  régimen  otorgaba  a  sus  detractores.  El  Anónimo

       habría.  tratado  de  refutar  esto  último,  y  presenta  una  lectura  dife­
       rente  de  aquel  acontecimiento:                    El  éxito  de  Los  Caba lleros  no

       prueba que  los com ediógrafos  pudieran  expresar con  toda  libertad

       su  propio  pensamiento;  prueba,  al  contrario,  que  d  demos  sabe

       salvaguardar  bien  el  sistema  al  perm itir  los  ataques  contra  perso­

       najes  particulares",  e  im pedir  la  ridiculización  del  pueblo.  Aristó­

       fanes  no  expresaba sus  propias  ideas,  sino  que él  era  un  instrumento

       de  quienes,  desde  el  interior del  sistema  dem ocrático,  temían  que

       Cleón  aspirara  a  hacerse  más  poderoso  que  el  propio  pueblo

       (Mastromarco  1994:  4 5 8 ).  Así,  según  M astrom arco,  el  Anónimo
       haría  alusión  a  esos  acontecimientos,  lo  cual  probaría  la  hipótesis


       de  Forrest  (1970)  y  de  Ste.  C roix  (1972:  3 0 8 -1 0 )  de  que  la  obra
       fue  escrita  en  424.  D e  cualquier  modo,  es  claro  que  el  Anónimo

       no  se  está  refiriendo  a  Los  Caballeros,  pues  los  ataques  contra  los

      individuos  eran  m uv  frecuentes  en  la  com edia.


           Canfora  (1997:  113)  ha  señalado  que  el  pasaje  en  cuestión  no
       necesariam ente  se  refería  a  un  hecho  particular  (a  los  Babilonios),

       porque  el  rechazo  de  que  se  ridiculizara  al  demos  era  una  actitud

      permanente,  además  de  que  ahí no  se  habla de  procesos  contra  los

      violadores  de  una  norma.  En  cambio,  el  estudioso  italiano  llama

      Li  atención sobre  la segunda  parte de ese  pasaje,  al hecho de que se

      exigiera  a los  comediógrafos  ridiculizar  a  particulares,  no  por  m e­

      dio  de un decreto,  sino  de  la presión del  público.  Los ataques con­

      tra  personajes  im portantes  eran  frecuentes  en  la  com edia,  y  hubo

      casos  en  que  los  involucrados  se defendieron  de  esos  ataques  y  lo­

      graron  la  aprobación  de  decretos  como  los  ya  m encionados  de

      M oríquides  (caso  dudoso)  y  Siracosio,  que  en  los  hechos  no  llegó

      a  aplicarse.



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