Page 50 - La Constitución de los atenienses
P. 50
INTRODUCCIÓN
bases para sostener semejante hipótesis y parece caer tam
bién en el posibilismo.
Se han presentado también otros candidatos, como Cleón
y Trasímacó (cf. Lang 1972), pero, a pesar de todo el esfuer
zo empeñado hasta hoy, parece imposible dar una solución
satisfactoria al problema del autor: “todos los intentos por
quitar el velo que cubre al autor del escrito — afirmaba
Kalinka— han sido inútiles”, y consideraba que las hipótesis
presentadas son “inútiles juegos de la fantasía”. Frisch seña
laba que los numerosos intentos por atribuir la obra a un
determinado autor habían resultado infructuosos.
Ante tal situación, algunos estudiosos han optado por
abstenerse de presentar más candidatos y definir en términos
generales al autor anónimo, pero ni aun así han tenido éxito.
En lengua inglesa el problema se quiso resolver nominando
al autor como “El Viejo Oligarca” (Gomme 1962), otros
han preferido llamarlo “el Viejo Agrarista” o “El Emigrado”
(Hemmerdinger 1975), queriendo evitar así el problema de
la identificación. A partir de la imagen exaltada y compro
metida del Anónimo frente a la armada ateniense, Frisch
(1942: 90) conjeturó que el autor había estado ligado a la
marina, y podía tratarse de un trierarca, un estratego u otro
personaje de rango en la flota.
Tentativas inútiles, pues otros estudiosos han rechazado
que el autor haya sido viejo, que haya sido un oligarca o
agricultor, e incluso un “emigrado”. Gomme (1962: 38) se
ñalaba:
XL VIII