Page 76 - Manual auxiliarde conserje

• Estilo piedra: dirigen su energía a mantenerse en su propia propuesta.
Suelen ser inflexibles en su posición. Son muy directos/as y no ceden a

las exigencias de la otra parte. Pueden llegar a mostrar rudeza,
poniéndose a la defensiva si no conocen el medio en el que discurre la

comunicación. Se resisten a los cambios. Sus comportamientos, a veces,
se muestran extremos llegando a poner más tensa la situación, ya que

ellos/as son capaces de aguantar altos grados de tensión.

• Estilo tijeras: su energía se orienta a cortar cualquier posibilidad de
desviación de los objetivos que se han definido. Buscan aclararlo todo.

Presentan una estructura mental teórica enfocada al análisis de todo lo
que le rodea. Les gusta la exactitud, claridad y orden. Se comunican de

forma concreta y clara no dejando lugar a la ambigüedad. Se muestran
muy activos/as físicamente e impacientes. Antes de emprender una

acción profundizan hasta el mínimo detalle con el fin de evitar errores.

Buscan la desconexión para presionar al/la otro/a pero llegados a altos
grados de tensión ceden para evitarla. Les gusta ironizar.

• Estilo lápiz: dirige su energía a convencer a la otra persona. Son
buenos/as comunicadores/as y lo materializan en la palabra, pero

pueden llegar a caer en la divagación. Aunque defienden sus ideas, las

explican de una manera muy diplomática. Se toman el tiempo necesario
porque les gusta construir las cosas sobre elementos sólidos. Ceden
pequeñas partes, a veces, de forma emocional. Controlan sus

emociones, aunque no les preocupa excesivamente mostrarlas.

• Estilo papel: su energía la ocupa en envolver al/la otro/a en la

consecución de un objetivo común. Hace propuestas y se muestra
flexible. Son capaces de mezclarse con la otra parte y ver sus puntos de
vista y aceptarlos, aunque no estén de acuerdo. Buscan alternativas que

satisfagan a ambas partes y dan los rodeos necesarios para conseguir

los objetivos total o parcialmente. Acuden bien documentados/as. Van
sacando las cuestiones en el orden adecuado, profundizando en las

mismas y presentando su lado positivo, así logran que la otra parte se
involucre y comprometa. Es incansable y suele mantener una actitud

positiva durante todo el proceso comunicativo.

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