Page 175 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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OSIRIS, REY DEL INFRAMUNDO



            A  veces,  Osiris  está  representado  con  la  parte  inferior  de  su  cuerpo

       encerrada en un sarcófago de momia o envuelta con vendajes funerarios. El
       espíritu  del  hombre  consiste  de  tres  partes  diferentes,  solo  una  de  ellas

       encarna en forma física. El cuerpo humano fue considerado como una tumba

       o sepulcro de este espíritu encarnado. Por lo tanto, Osiris, un símbolo del

       ego  encarnado,  estaba  representado  con  la  mitad  inferior  de  su  cuerpo
       momificada para indicar que él era el espíritu viviente del hombre encerrado

       dentro de la forma material simbolizada por el sarcófago de momia.

            Existe un romance entre el principio activo de Dios y el principio pasivo
       de la Naturaleza. De la unión de estos dos principios se produce la creación

       racional.  El  hombre  es  una  criatura  compuesta.  De  su  Padre  (el  principio

       activo)  hereda  su  Espíritu  Divino,  el  fuego  de  la  aspiración,  esa  parte
       inmortal  de  sí  mismo  que  sale  triunfante  del  barro  quebrado  de  la

       mortalidad: esa  parte  que  queda  después que  los  organismos  naturales  se

       han desintegrado o han sido regenerados. De su Madre (el principio pasivo)

       hereda su cuerpo, esa parte sobre la cual las leyes de la Naturaleza tienen
       control: su humanidad, su personalidad mortal, sus apetitos, sentimientos y

       emociones.

            Los  egipcios  también  creían  que  Osiris  era  el  río  Nilo  y  que  Isis  (su

       hermana-esposa) era la tierra contigua que, cuando era inundada por el río,
       rendía fruto y cosecha. Se creía que las aguas turbias del Nilo relataban la

       negrura  de  Osiris,  que  generalmente  estaba  simbolizada  como  si  estuviese

       hecha de ébano.
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