Page 177 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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EL GLOBO ALADO DE EGIPTO
Maurice: Indian Antiquities
Este símbolo, que aparece sobre los pilonos o las puertas de muchos
palacios y templos egipcios, es el emblema de las tres personas de la trinidad
egipcia. Las alas, las serpientes y la esfera solar son las insignias de Amón,
Ra y Osiris.
En todas las naciones de la Antigüedad se dedicaban altares, montículos y templos al
culto a la esfera del día. Todavía se conservan ruinas de aquellos lugares sagrados,
entre las que destacan las pirámides de Yucatán y las de Egipto, los montículos de la
serpiente de los indios americanos, los zigurat de Babilonia y Caldea, las torres
redondas de Irlanda y los inmensos círculos de piedras en bruto de Gran Bretaña y
Normandía. La Torre de Babel, que, según las Escrituras, se construyó para que el
hombre pudiera llegar hasta Dios, fue, probablemente, un observatorio astronómico.
Muchos de los primeros sacerdotes y profetas, tanto paganos como cristianos, eran
versados en astronomía y astrología y sus escritos se entienden mejor cuando se leen a
la luz de estas ciencias antiguas. Al aumentar el conocimiento del hombre sobre la
constitución y la periodicidad de los cuerpos celestes, se introdujeron en sus sistemas
religiosos los principios y la terminología astronómicos. Se adjudicaron tronos
planetarios a los dioses tutelares y los cuerpos celestes recibieron los nombres de las
divinidades que se les asignaban. Las estrellas fijas se dividieron en constelaciones, a
través de las cuales deambulaban el sol y sus planetas; estos, con los satélites que los
acompañaban.
La trinidad solar
Al sol, como supremo cuerpo celeste visible para los astrónomos de la Antigüedad, se
le asignó la máxima divinidad, con lo cual se convirtió en símbolo de la autoridad