Page 854 - Las enseñanzas secretas de todos los tiempos
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resuelve mediante el mérito individual.
El día de su muerte. Mahoma dijo a Fátima, su querida hija, y a Safiya, su tía:
«Haced lo que tengáis que hacer para lograr la aceptación del Señor, porque en verdad
no tengo ningún poder ante Él para salvaros». El Profeta no recomendó a ninguna de
las dos mujeres que confiara en las virtudes de su esposo ni en modo alguno indicó
que la salvación de la mujer dependiese de la flaqueza humana de su esposo.
A pesar de todo lo que se indique en contrario, no se deben a Mahoma las
contradicciones ni las incoherencias del Corán, porque el volumen no se compiló ni
adquirió su forma actual hasta más de veinte años después de su muerte. En su estado
actual, el Corán es, en su mayor parte, un revoltijo de rumores entre los cuales, de vez
en cuando, reluce algún ejemplo de verdadera inspiración. Por lo que se sabe de
Mahoma como hombre, resulta razonable suponer que estas partes más nobles y
mejores representan las verdaderas doctrinas del Profeta: el resto, evidentemente, son
interpolaciones, algunas de las cuales se deben a un malentendido y otras son meras
falsificaciones calculadas para satisfacer las ambiciones temporales del islam
victorioso. Acerca de este tema y con su perspicacia habitual, Godfrey Higgins dice lo
siguiente:
Tenemos aquí el Corán de Mahoma y los primeros cuatro patriarcas sinceros y
entusiastas y el Corán de los sarracenos espléndidos y victoriosos, henchidos
de orgullo y vanidad. No era probable que el Corán de los filósofos eclécticos
fuese adecuado para los conquistadores de Asia. Había que injertar al antiguo
uno nuevo para hallar alguna justificación a sus atrocidades. [226]
Resulta evidente para los perspicaces que Mahoma conocía la doctrina secreta que
ha de constituir el núcleo de toda gran institución filosófica, religiosa o ética. Es
posible que, mediante alguna de estas cuatro vías posibles, Mahoma estuviese en
contacto con las enseñanzas de los Misterios antiguos: 1) por contacto directo con la
Gran Escuela en el mundo invisible; 2) a través de los monjes cristianos nestorianos;
3) mediante el misterioso sabio o santo que aparecía y desaparecía a menudo durante
el período en el cual fueron revelados los suras del Corán; 4) a través de una escuela
decadente que ya existía en Arabia y que, a pesar de haber caído en la idolatría, seguía
conservando los secretos del culto de la antigua sabiduría. Aún se podría demostrar
que los arcanos del islamismo se basaban directamente en los antiguos Misterios
paganos celebrados en la Kaaba siglos antes del nacimiento del Profeta; de hecho, en
general se reconoce que muchas de las ceremonias que actualmente están