Page 49 - Alejandro Casona
P. 49
ABUELA.—(Vuelve a abrazarlo emocionada.)
¡Mi Mauricio!... ¡Mío, mío!...
MAURICIO.
Lágrimas, no. ¿No ha habido bastantes ya?
ABUELA.
No tengas miedo; éstas son otras, y las últimas. Ven que te vea
mejor... aquí, a la luz... (El señor Balboa que ha permanecido inmóvil
junto a Isabel, se adelanta.)
BALBOA.
Un momento, Eugenia. Mauricio no viene solo. Ni mal acompañado.
ABUELA.
Oh, perdón...
MAURICIO.
Ahí tienes a tu linda enemiga.
ABUELA.
Mi enemiga ¿por qué?
MAURICIO.
¿Crees que no se te notaba en las cartas? "¿Quién será esa intrusa
que viene a robarme lo mío?" (Toma de la mano a Isabel
presentándola.) Pues aquí está la intrusa. La rubia, Isabel, la
devoradora de hombres. ¿No se le conoce en la cara?
ABUELA.
Por favor, no vaya a hacerle caso. Es su manera de hablar.
ISABEL.
Si le conoceré yo. (Avanza tímida y le besa las manos.) Señora...
ABUELA.
Así no; en los brazos. (La besa en la frente.) No te extrañará que te
hable de tú desde ahora mismo ¿verdad? Así todo es más fácil.
ISABEL.
Se lo agradezco. (La abuela la contempla intensamente.)
MAURICIO.
¿Qué le andas buscando? ¿Algo escondido detrás de los ojos?
ABUELA.
No; son claros, tranquilos...