Page 178 - Vernant, Jean-Pierre - El universo, los dioses, los hombres. El relato de los mitos griegos
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a Edipo que, si consigue derrotar al monstruo, se casará
con la reina.
SINIESTRA AUDACIA
Desde que Yocasta es viuda, encarna la soberanía,
pero en realidad es Creonte quien ejerce el poder. Por ese
motivo puede ofrecer a Edipo que, si vence a la Esfinge, la
reina y el reino a un tiempo serán suyos. Edipo se enfrenta
al monstruo, que está encaramado en su pequeño mon
tículo. Al ver llegar a Edipo, piensa que es una bonita pre
sa. La Esfinge formula el enigma siguiente: «¿Quién es el
ser, el único entre todos los que viven en la tierra, las
aguas, los aires, que tiene una única voz, una única mane
ra de hablar, una única naturaleza, pero que posee dos
pies, tres pies y cuatro pies, dípous, trípous, tetrápous?» Edi
po reflexiona. Esta reflexión tal vez sea más fácil para un
hombre que se llama Edipo, Oí-dípous, «bípedo», por su
relación con su nombre. Contesta: «Es el hombre. Cuan
do todavía es niño, camina a cuatro patas, cuando alcanza
edad adulta, se sostiene de pie encima de sus dos piernas y
en la ancianidad se apoya en un bastón para paliar su paso
titubeante, oscilante.» La Esfinge, al verse derrotada en
esta prueba de saber misterioso, se arroja desde lo alto de
su columna, o su roca, y muere.
Toda la ciudad de Tebas está alborozada, festejan a
Edipo, le pasean con gran pompa. Le presentan a Yocasta,
la reina, que, como recompensa, será su esposa. Edipo se
convierte en el soberano de la ciudad. Lo ha merecido
dando pruebas de la mayor sabiduría y de la mayor auda
cia. Es digno de la descendencia de Cadmo, a quien los
dioses habían distinguido dándole una diosa por esposa,
Harmonía, y designándolo fundador de Tebas. Todo va
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