Page 193 - Comentarios_reales_1_Inca_Garcilaso_de_la_Vega
P. 193
Hecha esta promesa entró el Inca en Chayanta, donde fue recibido con
veneración y acato, mas no con fiesta y regocijo como en otras provincias se
había hecho, porque no sabían qué tal les había de salir aquel partido. Y
así tuvieron entre temor y esperanza, hasta que los varones ancianos dipu-
tados por el Inca, que tenía para consejeros y gobierno del ejército, en pre-
sencia del príncipe heredero, que asistió algunos días a esta enseñanza, les
manifestaron las leyes, así las de su idolatría como las del gobierno de la
república; y esto se hizo muchas veces y en muchos días hasta que las en-
tendieron bien. Los indios, mirando con atención cuán en su honra y prove-
cho eran todas, dijeron que el Sol y los Incas, sus hijos, que tales ordenan-
zas y leyes daban a los hombres merecían ser adorados y tenidos por dioses
y señores de la tierra. Por tanto prometían guardar sus fueros y estatutos
y desechar cualesquiera ídolos, ritos y costumbres que tuviesen. Y con esta
protestación, hecha ante el príncipe, lo adoraron en lugar de su padre el
Sol y del Inca Cápac Yupanqui.
Acabada la jura y la solemnidad de ella, sacaron grandes danzas y bai-
les a la usanza de ellos, nuevos para los Incas. Salieron con muchas galas y
arreos y cantares compuestos en loor del Sol y de los Incas y de sus buenas
leyes y gobierno, y los festejaron y sirvieron con toda la ostentación de amor
y buena voluntad que pudieron mostrar.
CAPITULO XVI
DIVERSOS INGENIOS QUE TINIERON WS INDIOS
PARA PASAR LOS RIOS Y PARA SUS PESQUERIAS
y A QUE se ha dado cuenta de las dos maneras de puentes que los Incas
mandaron hacer para pasar los ríos, una de mimbre y la otra de juncia
y enea, será razón digamos otras maneras y artificios que tenían para los
pasar, porque las puentes, por la mucha costa y prolijidad, no se sufría ha-
cerlas sino en los caminos reales. Y como aquella tierra sea tan ancha y larga
y la atraviesen tantos ríos, los indios, enseñados de la pura necesidad,
hicieron diversos ingenios para pasarlas, conforme a las diversas dis-
posiciones que los rfos tienen y también para navegar por la mar
eso poco que por ella navegaban. Para lo o.tal no supieron o no pu-
dieron hacer piraguas ni canoas como los de la Florida y los de las islas de
Barlovento y Tierra Firme, que son a manera de artesas, porque en el Perú
no hubo madera gruesa dispuesta para ellas, y aunque es verdad que tienen
árboles muy gruesos, es la madera tan pesada como el hierro, por lo cual
154