Page 138 - Mahabharata
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               No estaba triste ni incómoda. Se quedó sorprendido al ver la felicidad que irradiaba de
               sus ojos y la sonrisa que se dibujaba en las comisuras de sus labios.

                   El Sol ya se había puesto y Dhrishtadyumna continuaba observándoles. Ahora los
               jóvenes estaban esparciendo musgo por el suelo para echarse a dormir. Kunti se tumbó a
               la cabeza de Draupadi, la cual yacía a los pies de aquellos jóvenes. Y Dhrishtadyumna se
               acercó aún más para poder oír lo que estaban hablando. La conversación era extraña,
               hablaban de temas impropios de brahmanes. Hablaban de armas, proyectiles, astras y
               cosas de ese estilo, de una forma muy familiar; esto fue para Dhrishtadyumna la prueba
               definitiva de que ellos no eran brahmanes. Se sentía muy emocionado y corriendo
               regresó al palacio.
                   Se dirigió a su padre y le dijo:

                   —Padre no te aflijas; no son brahmanes. —Le contó a su padre lo que había visto y
               oído en la casa del alfarero y añadió—: Tengo el sentimiento de que son los pandavas.
               Vi una señora a la que todos tenían respeto y rendían honor, creo que es Kunti Devi.
               El joven que ganó la mano de Draupadi tiene que ser Arjuna. El hombre fuerte que
               arrancó un árbol y peleó con él tiene que ser Bhima. Se han disfrazado bien. Creo que
               fue Yudhishthira el que derrotó a Duryodhana, los otros dos restantes se parecen mucho
               el uno al otro; estoy casi seguro que son Nakula y Shadeva. Hablaban de cosas que
               sólo pueden conocer los héroes kshatryas; estoy seguro que son kshatryas, es más, estoy
               seguro que son los pandavas. Creo que esto prueba que los pandavas escaparon del
               incendio de la casa de cera y están vivos. Ahora mismo se encuentran en Panchala.
               Debieron oír la noticia e inmediatamente se pusieron en camino hacia nuestra ciudad.
                   Drupada no se atrevía a creer lo que había oído. Desde el palacio envió obsequios a la
               casa de los pandavas. Les envió regalos y vestidos costosísimos. Les hizo saber que los
               arreglos para la boda ya iban a comenzar y que sería mejor que todos viniesen al palacio
               junto con su madre y Draupadi. La esperanza ardía en el corazón de Drupada, sentía
               que las palabras de los rishis no podían fallar y que la mano de Draupadi por fin había
               sido obtenida por el mismo Arjuna.


                                                     Capítulo XXXVIII
                               LOS CINCO PANDAVAS SE CASAN CON DRAUPADI


                    OS pandavas, junto con Kunti y Draupadi, llegaron al palacio donde Drupada les
               L recibió lleno de emoción y dicha. Kunti tomó de la mano a Draupadi y fueron a las
               estancias interiores para reunirse con las mujeres de la casa. Drupada hizo que los cinco
               jóvenes se sentaran en sillones cubiertos de adornos exquisitos. El rey estaba observando
               la indiferencia con que los brahmanes acogían aquella espléndida recepción y se dio
               cuenta de que estaban familiarizados con el ambiente palaciego.
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