Page 139 - Mahabharata
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1. El comienzo                                                                           119


                   Luego, mientras recorrían los diversos salones, únicamente se detuvieron al pasar por
               la sala donde se guardaban las armas. En sus ojos había una expresión de familiaridad. El

               rey lo notó, y también observó la majestuosidad de su forma de andar; parecían panteras.
               Definitivamente estaba convencido de que no eran brahmanes. Después de haberse
               sentado cómodamente, Drupada dijo:
                   —No sabemos quiénes sois, sois todos muy valientes, pero aparte de eso no sabemos
               nada más de vosotros. Por favor, contadnos más cosas.
                   Yudhishthira pensó que ya había llegado el momento en que podían presentarse
               abiertamente y dijo:
                   —No os preocupéis, no somos brahmanes, sino kshatryas. Somos los hijos de Pandu,
               quien a su vez era hijo de la casa de los kurus. Yo soy el mayor de los cinco. Mi nombre
               es Yudhishthira. Este es Bhima. El joven que ganó la mano de tu hija es Arjuna, y estos
               dos son Nakula y Shadeva, los hijos de Madri: tu hija ha dejado un lago de lotos para
               entrar en otro. Encontrará felicidad en nuestra casa.
                   Drupada estaba mudo de alegría. Dhrishtadyumna fue corriendo hacia Bhima y le
               abrazó. El anciano rey Drupada, robado por la emoción no podía articular palabra alguna.

               Las lágrimas ahogaban su voz y resbalaban por sus mejillas. Luego, reponiéndose, dijo:
                   —Estoy abrumado de gozo, no sé qué decir. Por favor, contadme cómo escapasteis
               de la casa de cera y qué es lo que habéis estado haciendo durante todo este tiempo.
                   Entonces Yudhishthira les relató sus muchas aventuras. Drupada les ofreció su reino
               y les dijo:
                   —Ya no tenéis por qué temer más a los kurus. Todos estamos aquí para ayudaros.
               —Y, después de hablar sobre diversos asuntos, el rey añadió—: Debemos acelerar los
               preparativos de la boda de mi hija con Arjuna.

                   Pero Yudhishthira dijo:
                   —Yo soy el primogénito de los Pandu. Debo ser yo quien se case primero.
                   A lo cual replicó el rey:
                   —Si eso es así, ciertamente eres bienvenido para desposarte con mi hija. Consideraré
               como un gran honor el tenerte como hijo mío. Yudhishthira sonrió y añadió:
                   —Por favor no te sorprendas de mi propuesta, pero los cinco hermanos nos casaremos
               con tu hija. Ella será la esposa de los cinco pandavas.

                   Drupada se puso muy enojado por las palabras de Yudhishthira. No quería ofender a
               los poderosos pandavas, pero su proposición iba contra todo Dharma, así que le dijo:
                   —Pero eso es imposible. A un hombre se le permite tomar más de una esposa, pero a
               una mujer no se le permite tener más de un marido. Así es como ha sido establecido el
               Dharma por nuestros antepasados. No sé si debo aprobar esto; es incorrecto e inmoral.
                   Entonces Yudhishthira dijo:
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