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cuanto a su destreza, nadie puede igualarle. Nacido de una buena madre y del Señor de
los cielos, es la estrella más brillante en la galaxia del clan de los kurus. Es ciertamente
una persona merecedora de la mano de nuestra hermana. Hagamos las paces con él, no
nos enfademos. Renuncia a la lucha; no es una vergüenza, es algo muy recomendable.
Sigámosle y mostrémosle que no estamos enfadados con él.
Balarama quedó convencido con los argumentos de Krishna, por lo que ambos se
fueron en busca de Arjuna. Pero la carroza de los enamorados ya se había alejado
demasiado, así que regresaron a Dwaraka. Decidieron esperar allí hasta que Arjuna
llegara a Indraprastha. Luego irían allí y desposarían a Arjuna con Subhadra, siguiendo
lo prescrito por los ritos religiosos. Y a este efecto comenzaron a hacer los preparativos
para irse a Indraprastha.
Mientras tanto, Arjuna ya estaba muy cerca de las puertas de la ciudad. Entonces
pensó en Draupadi y lo enfadada que se pondría cuando supiera que había tenido esta
aventura romántica en Dwaraka, y le dijo a Subhadra:
—Draupadi es una mujer muy temperamental. Si se entera que eres mi esposa, se
enfadará mucho contigo y conmigo. Primero tienes que ganarte su cariño para que
después cuando sepa que tú eres mi esposa ya no le importe. Vístete como una pastora.
Tienes un aspecto divino con ese atuendo. Ve a las estancias de Draupadi y dile que eres
Subhadra, la hermana de Krishna. Ella quedará prendada por tu encanto y tu belleza. Yo
iré más tarde.
Por fin llegaron a la ciudad.
Vestida con atuendos rústicos que realzaban su hermosura, Subhadra se dirigió a la
casa de Draupadi y se presentó como Subhadra, la hermana de Krishna. Fue recibida
con los brazos abiertos. Draupadi la bendijo con dulces palabras:
—Que te conviertas en la esposa de un héroe, que seas madre de un héroe.
Las dos mujeres dialogaron durante horas hablando de Krishna y de la ciudad de
Dwaraka, el tiempo transcurría plácidamente mientras ambas conversaban. De repente
hubo una repentina conmoción en las calles de la ciudad. Todos gritaban: « ¡Arjuna ha
vuelto! » Arjuna llegó al palacio y se postró a los pies de sus hermanos Yudhishthira
y Bhima. Luego abrazó cálidamente a Nakula y Shadeva. Les relató sus andanzas y
aventuras amorosas y su boda con Subhadra, la hermana de Krishna y Balarama. Luego
fue al encuentro de Draupadi, quien le recibió con una amplia sonrisa y le dijo:
—No te preocupes, ya he conocido a la pastora. Es muy hermosa. —Draupadi cogió
de las manos a la cohibida Subhadra y le dijo—: ¿Quién podría resistirse a ti y a tu
belleza?. Has conquistado mi corazón apenas te vi. ¿Qué posibilidades tenía el pobre
Arjuna frente a tus encantos?
Unos días después, llegaron los Vrishnis a la ciudad de Indraprastha con costosos
regalos, joyas preciosas y un sin fin de bellos presentes como dote para Subhadra.