Page 142 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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Ascética y mística: sus relaciones  131
          La base psicológica de su doctrina espiritual la hemos estudiado
       aparte, en una monografía especial (1): en ella se descnoen empíri-
       camente  los fenómenos psíquicos normales,  así  los  representativos
       como los emocionales; se expone luego la doctrina metafísica concer-
       niente a la naturaleza, origen y fin del espíritu; y se estudia finalmente
       su psicoiogia mística, es decir, el análisis que Abenarabi hace de ios
       fenómenos psíquicos anormales. De estas tres partes, la primera,  la
       psicología empírica normal,  es, en  lo  esencial, neoplatónica y mas
       concretamente plotiniana, aunque con grandes reminiscencias aristo-
       télicas; la segunda es una adaptación del pampsiquismo de Plotino al
       dogma islámico; la tercera, en fin, su psicología mística, es ya, por su
       carácter experimental, obra más original y espontánea: en ella hemos
       recogido los análisis que Abenarabi hace de los estados que integran
       el trance extático: inconsciencia gradual y progresiva, precedida de
       fenómenos emocionales y representativos. Esta parte tercera es, como
       se comprende, la más  úti!, para nuestro presente estudio que vendrá
       a su vez a completar la documentación de aquélla, basada casi exclu-
       sivamente en ciertos pasajes del Fotuhat y de la Tolifa.
          Deslindadas, en lo que cabe, las imprecisas fronteras que separan
       a la ascética de la mística, urge recordar que aquélla no interesa a
       Abenarabi tanto en lo que tiene de disciplina común a los simples fie-
       les, como en lo que tiene de peculiar para los que aspiran a la per-
       fección mística, apartados  del mundo. Es, pues, su ascética princi-
       palmente monacal. De aquí su más íntimo nexo con la mística. Para
       Abenarabi (2), en efecto, un constante paralelismo se da entre  el fe-
       nómeno ascético y el fenómeno místico, entre las virtudes y los caris-
       mas o favores divinos: al acto externo de virtud corresponde siempre,
       como fruto, una experiencia (intuitiva o emocional)  interior y espiri-

        pues cabe que sea otro diferente del editado. En éste, como hemos dicho, no
        trata más que de  la naturaleza cki hábito moral, sus causas, sus especies, su
        división en bueno y malo, su corrección o disciplina y, finalmente, los caracteres
        que distinguen  al hombre perfecto.
          (1)  Cfr.  Asín, La psicología según Mohidín Abenarabi  (París, Leroux.
        1906).
         (2)  Mawaqui, 169.
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