Page 181 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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170       Parte  II. — Doctrina espiritual de Abenarabi
        mente los resultados, favorables o adversos, de la lucha (1). Sin des-
        conocer los precedentes estoicos de esta práctica  (2),  es innegable
        que al cristianismo corresponde la gloria de haberle dado carta de na-
        turaleza en la vida ascética, metodizándolo con minuciosidad solícita.
        El  P. Watrigant ha recogido una numerosa cantidad  de  pasajes
        pertinentes  al examen de conciencia, espigándolos de entre  los  es-
        critores ascéticos del monacato y de  la patrología, orientales y oc-
        cidentales  (3). En todos  ellos—San  Basilio, San Juan Crisóstomo,
        San  Agustín,  San  Efrem,  San  Juan  Clímaco,  Casiano—adviérte-
        se netamente  que,  al recomendar  este  ejercicio, no piensan en  el
        examen de conciencia que es el preámbulo indispensable de la confe-
        sión sacramental, sino que más bien se refieren a una práctica de de-
        voción que ha de ser diaria: cada noche, antes de entregarse al sueño,
         el alma debe traer a la memoria el recuerdo de cuanto hizo u omitió
         durante el día pasado, para tomarse estrecha cuenta ante Dios de sus
         pecados y defectos y proponer la enmienda en lo futuro. Algunos com-
         paran este examen con la cuenta de ingresos y gastos, de ganancias
        y pérdidas, que todo buen comerciante lleva a diario por escrito para
         el mejor éxito de su negocio, y recomiendan por eso añadir al ejercicio
         vespertino del examen o cuenta propiamente dicha otro matutino de
         previsión o presupuesto (4). De este símil debió pronto nacer entre
         los monjes el uso del cuaderno o librillo en que a guisa de memorán-
         dum inscribían diariamente sus faltas para facilitar con él el examen


           (1)  Véase  en  Pinard de  la  Boullaye,  L'étude comparée des  religions
         (II, 288-289)  el  análisis certero de este  ejercicio y su  eficacia moral y  reli-
         giosa.
           (2)  Léase, por ejemplo, a Epicteto en sus Diatribas (edic. Didot, pág. 174):
         "Considera quid ex  iis, quae initio  tibi proposuisti, tenueris, quid non;  et quo-
         modo alia te recordantem delectent,  alia maerore afficiant;  ac,  si  fieri potest,
         illa quoque recuperare stude, unde excidisti."
           (3)  Cfr. De examine conscientiae juxta ecclesiae Paires..., a P.  H. Wa-
         trigant S.  J. (Enghien, Belgique, 1909). Véase también a Besse, op. cit, 74-75,
         y a Pourrat,  I, 180.
           (4)  Así, por ejemplo, San Efrem, San Juan Crisóstomo y San Juan Clí-
         maco, apud Watrigant, op.  cit., 9,  10,  11.
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