Page 85 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
P. 85
78 Parte I. — Vida de Abenarabi
a su compañero, que había tenido también una revelación semejante,
y marcha en su compañía hacia Tremecén (1).
"El trono de Dios tiene sostenes luminosos, cuyo número ignoro, aunque
los contemplé bien claramente y advertí que su luz se parecía al brillo del re-
lámpago; pero, a pesar de esto, el trono proyecta una sombra en la cual se
disfruta de un reposo incalculable; esa sombra es la sombra que proyecta la
concavidad del trono, la cual cubre como un velo la luz de Aquel que sobre él
está sentado, el cual es El Misericordioso. Vi también el tesoro que está de-
bajo del trono, del cual tesoro (que es Adán) sale la jaculatoria: "¡No hay
poder ni fuerza sino en Dios «1 excelso y el grande!" Vi también debajo de
este tesoro otros muchos, que conozco. Vi hermosos pájaros que revoloteaban
por los ángulos del trono. Entre ellos vi a uno, más hermoso que todos, el
cual me saludó y me hizo saber que debía tomarlo por compañero para mar-
char a Oriente. Estaba yo en la ciudad de Marruecos, cuando todo esto me
fué revelado. Yo pregunté: "¿Y quién será ese compañero?" Se me respondió:
"Mohamed el Hasar, en la ciudad de Fez, ha pedido a Dios que le permita
emprender el viaje a las tierras de oriente. Tómalo, pues, por compañero." Yo
dije: "¡Oído y obedecido!" Entonces le dije a él (que era aquel mismo pájaro):
"Tú serás mi compañero, si Dios quiere." Cuando luego fui a la ciudad de Fez,
pregunté por él. Vino a verme y le dije: "¿Pediste acaso a Dios alguna cosa?"
El me respondió: "Sí, efectivamente: le pedí que me llevase a las tierras de
Oriente; y se me dijo: "Fulano te llevará." Yo te estaba esperando desde en-
tonces." Tomélo, pues, por compañero mío el año 597, y lo llevé conmigo has-
ta las tierras del Egipto, donde murió. (¡Dios lo haya perdonado!)"
En el mes de ramadán de aquel mismo año entra en Bugía. Allí,
una noche, en sueños, contrae matrimonio místico con todas las estre-
llas del cielo y con todas las letras del alfabeto. La interpretación de
este ensueño, hecha por un maestro que no conocía personalmente a
Abenarabi, pronostica a éste su destino místico, sus extraordinarias
aptitudes para la astrología judiciaria y, en general, para las ciencias
esotéricas (2).
"Entró en Bugía en ramadán del año 597, y en ella encontró a Abuabdala el
Arabí y un grupo de excelentes místicos. Cuando entró en Bugía en esa fecha,
dijo: "Vi una noche que yo contraía nupcias con los astros todos del cielo, sin
(1) Fotuhat, II, 573.
(2) Fotuhat, I, 8 [de la tarchama o biografía de Abenarabi.]