Page 286 - cumbres-borrascosas-emily-bronte
P. 286
—¿Así que usted supone que su papá es digno de mucha
estimación y respeto? —le preguntó él irónicamente.
—¿Quién es usted? —repuso ella mirando a Heathcliff con
curiosidad. —A ese hombre ya le he visto otra vez. ¿Es hijo
suyo?
Y señalaba a Hareton, a quien los dos años transcurridos le
habían hecho ganar en fuerza y estatura; pero que continuaba
por lo demás tan torpe como antes.
—Señorita Cati —intervine—, tenemos que volver. Hace tres
horas que salimos de casa.
—No, no es mi hijo —contestó Heathcliff. —Pero tengo uno, y
también le conoce usted. Aunque su aya tenga prisa, creo que
sería mejor que vinieran a descansar un poco a casa. Sólo con
dar la vuelta a esta colina ya estamos allí. Será usted bien
recibida, descansará un poco y volverá a la Granja en cuanto
quiera.
Yo insistí a Cati para que no aceptáramos la invitación, pero
ella respondió:
—¿Por qué no? Estoy cansada y no vamos a sentarnos aquí. El
suelo está húmedo. ¡Anda, Elena! Dice, además, que conozco a
su hijo. Yo creo que se equivoca. Vive en aquella casa donde
estuve cuando volví de la peña de Penniston, ¿no?
286