Page 202 - Los gusanos de la tierra y otros relatos de horror sobrenatural
P. 202
pozos! ¡Ja!, ¡ja!, ¡ja! ¡Corre, necio, corre! Pero estás sucio con su mácula…
¡los has llamado y ellos lo recordarán! Y en su momento, ¡volverán a por ti!
Bran lanzó una maldición sin palabras y la golpeó salvajemente en la boca
con la mano abierta. Ella se tambaleó, mientras la sangre brotaba de sus
labios, pero su risa demoníaca sólo se hizo más fuerte.
Bran saltó sobre la silla, ansioso por llegar al brezal puro y a las frías
colinas azules del norte, donde podía hundir su espada en una matanza limpia
y su alma asqueada en el torbellino rojo de la batalla, y olvidar el horror que
acechaba bajo los pantanos del oeste. Dio rienda suelta al frenético caballo y
cabalgó a través de la noche como un fantasma perseguido, hasta que la risa
infernal de la mujer-lobo aullante se extinguió en la oscuridad que dejaba
atrás.
Página 202