Page 22 - Los gusanos de la tierra y otros relatos de horror sobrenatural
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Se detuvo en seco; luego, sin una palabra, se levantó bruscamente y entró
en la casa. El resto permanecimos sentados en silencio durante un rato, y
luego le seguimos, pues era tarde.
Cuánto tiempo dormí, no lo sé, pero me desperté repentinamente con la
impresión de que en algún lugar de la casa alguien había reído largo rato, en
voz alta y espantosamente, como ríe un demente. Me levanté de un salto,
preguntándome si habría estado soñando, y salí apresuradamente de mi
habitación, al mismo tiempo que un escalofriante alarido reverberaba por todo
el edificio. Se había armado un gran revuelo en la casa, pues otras personas se
habían despertado, y todos fuimos corriendo a la habitación de Faming, de
donde parecía haber salido el sonido.
Faming estaba muerto sobre el suelo, donde parecía haber caído tras
alguna pelea terrible. No mostraba ninguna señal, pero su rostro estaba
horriblemente distorsionado; como el rostro de un hombre que hubiera sido
aplastado por alguna fuerza sobrehumana… como la de una serpiente
gigantesca.
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