Page 335 - La sangre manda
P. 335
Esta vez consiguió volverse a un lado antes de estornudar. No una vez,
sino cinco o seis. Tuvo la sensación de que a cada estornudo se le hinchaban
los senos nasales. Como neumáticos demasiado inflados. Le palpitaba la
garganta, y también el oído.
Saquemos estas
De pronto se le ocurrió. ¡Un banco! En la oficina del sheriff podía haber
un banco donde la gente se sentara a esperar a que atendieran sus pequeñas
gestiones. Sonrió y levantó los pulgares. Enfermo o no, las piezas seguían
encajando, ¿y acaso era de extrañar? A menudo la creatividad parecía
discurrir por su propio circuito limpio, a pesar de las enfermedades del
cuerpo. Flannery O’Connor padecía lupus. Stanley Elkin padecía esclerosis
múltiple. Fédor Dostoyevski padecía epilepsia, y Octavia Butler era disléxica.
¿Qué era un triste resfriado, o incluso la gripe, en comparación con esas otras
dolencias? En ese estado podía trabajar. Prueba de ello era la idea del banco,
el banco era una genialidad.
Saquemos este banco y echemos unos tragos.
—Pero en realidad no vamos a beber, ¿verdad, sheriff? —
preguntó Jep Leonard. Se le había explicado el plan de forma
minuciosa, pero Jep no era lo que se dice la bombilla más
brillante de la
¿La bombilla más brillante de la lámpara de araña? No, por Dios, eso era
un anacronismo. ¿O no lo era? Lo de la bombilla sin duda, en la década de
1880 no había bombillas, pero sí había lámparas de araña, claro que sí. ¡En el
salón había una! Si hubiera tenido conexión a internet, podría haber visto
tantos modelos antiguos como quisiera, pero no tenía. Solo disponía de
doscientos canales de televisión, la mayor parte basura.
Mejor utilizar otra metáfora. Si es que aquello era una metáfora; Drew no
estaba del todo seguro. Quizá fuera solo una… una comparación. No, era una
metáfora. Eso seguro. O casi.
Daba igual. Esa no era la cuestión, y tampoco se trataba de un ejercicio en
clase; era un libro, era su libro, así que debía atenerse a escribir. La vista fija
en el objetivo.
¿No era el melón más maduro del huerto? ¿No era el caballo más rápido
de la carrera? No, esas eran rematadamente malas, pero…
Página 335