Page 367 - La sangre manda
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amigos, colegas y alumnos afligidos, y que acaso saliera de su boca: «¡La
rata! ¡Fue la puta rata! ¡Y yo le di vía libre!».
Lucy lloró durante todo el oficio. Stacey lloró con ella, no porque
conociera bien a los Stamper, sino por solidaridad con su madre. Drew, en
silencio, rodeó a Brandon con el brazo. No miró los dos ataúdes, sino la
galería del coro. Estaba seguro de que vería una rata dar la vuelta de la
victoria por la lustrada barandilla de caoba allí arriba, pero no fue así. Claro
que no. No había ninguna rata. Cuando terminó el oficio, cayó en la cuenta de
que había sido una estupidez pensar que la rata podía presentarse en la iglesia.
Drew sabía dónde estaba, y ese lugar se hallaba a muchos kilómetros de allí.
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En agosto (y fue un agosto tórrido), Lucy decidió llevar a los niños a Little
Compton, en Rhode Island, para pasar un par de semanas en la costa con sus
padres y la familia de su hermana, dejando a Drew la casa vacía para que
trabajara tranquilamente en el manuscrito revisado de Bitter River. Dijo que
dividiría la tarea en dos, y en medio dedicaría un día a viajar a la cabaña de su
padre. Pasaría allí la noche, dijo, y regresaría al día siguiente para seguir con
el manuscrito. Habían contratado a Jack Colson —el joven Jackie— para
retirar los escombros del cobertizo aplastado; Jackie, a su vez, había
contratado a su madre para limpiar la cabaña. Drew dijo que quería ver qué tal
había quedado. Y recuperar su reloj.
—¿Seguro que no quieres empezar un libro nuevo allí? —preguntó Lucy
con una sonrisa—. No me importaría. El último quedó bastante bien.
Drew negó con la cabeza.
—Nada de eso. He pensado que deberíamos vender aquello, cariño. En
realidad, voy allí para despedirme.
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En la gasolinera de Big 90 estaban aún los mismos carteles: SOLO EN
EFECTIVO y SOLO GASOLINA NORMAL y SE PERSEGUIRÁ A
QUIENES SE DEN A LA FUGA SIN PAGAR y DIOS BENDIGA A
ESTADOS UNIDOS. La joven flaca de detrás del mostrador también seguía
más o menos igual; el piercing cromado había desaparecido, pero llevaba aún
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