Page 368 - La sangre manda
P. 368
el aro en la nariz. Y se había teñido de rubio. Supuestamente porque las rubias
se lo pasaban mejor.
—Otra vez usted —dijo—. Solo que ahora ha cambiado de coche, parece.
¿No tenía un Suburban?
Drew echó un vistazo al Chevrolet Equinox —comprado a tocateja, con
poco más de diez mil kilómetros—, estacionado junto al único surtidor
herrumbroso.
—El Suburban no volvió a ser lo que era después de mi último viaje aquí
—dijo. Tampoco yo, en realidad.
—¿Va a quedarse mucho tiempo ahí arriba?
—No, esta vez no. Lamento lo de Roy.
—Debería haber ido al médico. Que eso le sirva a usted de lección.
¿Necesita algo más?
Drew compró un poco de pan, fiambre y seis cervezas.
38
Habían retirado todas las ramas caídas delante de la casa, y el cobertizo de las
herramientas había desaparecido como si nunca hubiera existido. El joven
Jackie había sembrado césped y crecía hierba nueva. Lo alegraban unas
cuantas flores. Los peldaños del porche, antes combados, estaban
enderezados, y había un par de sillas nuevas, muebles baratos del Walmart de
Presque Isle, probablemente, pero no quedaban mal.
Dentro, la cabaña estaba en orden y aireada. La ventana de mica de la
estufa ya no presentaba ni rastro de hollín, y la propia estufa resplandecía. Y
lo mismo las ventanas, la mesa de comedor y el suelo de tablones de pino, que
parecía encerado además de fregado. La nevera volvía a estar desenchufada y
abierta, de nuevo vacía salvo por una caja de bicarbonato Arm & Hammer.
Seguramente nueva. Saltaba a la vista que la viuda del viejo Bill había
realizado un trabajo excelente.
Solo en la encimera contigua al fregadero se advertían indicios de la
estancia de Drew en octubre del año anterior: la lámpara Coleman, la lata de
combustible para la lámpara, una bolsa de caramelos Halls para la tos, varias
bolsitas de Polvos para el Dolor de Cabeza Goody, medio frasco de Remedio
para la Tos y el Resfriado del Doctor King y su reloj.
En la chimenea no quedaba ni asomo de ceniza. Contenía una carga de
troncos de roble recién cortados, así que Drew supuso que el joven Jackie
había encargado la limpieza del tiro o lo había hecho él mismo. Muy
Página 368