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M itos griegos e H istoriografía A ntigua                     127

        d) ¿Por qué sucedió entonces y no en otro momento y otra época?
        b)   ¿Por qué tuvo que suceder entonces: qué acontecimientos extra
     temporales y políticos, sociales, religiosos, etcétera, aceleraron (inten­
     sidad temporal) la represión de las bacanales en Roma? Por tanto, ¿de
     quién surgió entonces?, ¿por qué?, ¿a quién beneficiaba entonces?, ¿por
     qué?, ¿qué repercusiones tuvo después, y por qué?; etcétera. El ritmo
     de transformación y homogeneidad forma pues también parte del estu­
     dio objetivo de la historia.

        En el positivismo duro que propugna el método histórico de Langlois
     y Seignobos el tiempo y el espacio son inseparables, de forma que los
     hechos si se les priva de la noción de tiempo y del lugar pierden el
     carácter histórico.22 En su método la praxis de la temporalidad históri­
     ca se reduce a la necesidad de delimitación en periodos del tiempo
     continuo por «sucesos notables» (invasión de los bárbaros, etc.) aunque
     advierten, recordando a Saint-Simon, que la evolución del tiempo es
     irregular y que puede hablarse de periodos orgánicos, de cambio lento,
     y críticos, de cambio rápido,23 idea que muchos años después, en 1958,
     F. Braudel desarrollará en un trabajo paradigmático respecto a la tem­
     poralidad histórica.24
        La periodización se basa pues en hechos singulares y no en los pro­
     cesos que los han provocado y que los anteceden y sobrepasan tempo­
     ralmente más allá de la simple ordenación factual. La periodización
     cronológica debe servir, sobre todo, como punto de partida para la com­
     prensión del tiempo relativo-pluridimensional, que une y/o separa, que
     está entre, los procesos y las estructuras.25
        El historiador usa ese tiempo absoluto, la cronología, como punto
     de referencia respecto al nuestro, una ubicación perspectiva pasado-
     presente. Hay pues una periodización convencional26 y otras objetivas:


     22 C.V. Langlois, Ch. Seignobos, Introducción a los estudios históricos, Madrid 1913 (orig.
        Paris 1898), 229; y A. Johnson, The Historian and Historical Evidence, New York 1965;
        y el trabajo citado de Thompson en History and Theory, 6,1967,236-241.
     23 Langlois y  Seignobos, op. cit. 268.
     24 F. Braudel, «Histoire et sciences sociales: la longue durée», Annales E. S. C., 4, oct-dic.,
        1958, 725-753, reproducido en F. Braudel, La Historia y las Ciencias Sociales, Madrid
        1968, 60-106.
     25 J. Topolski, op. cit., 457-458 y n. 7.
     26 J. William Johnson, «Chronological Writing: its Concepts and Development», History and
        Theory, 2,  1962,  124-145.
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