Page 129 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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M itos griegos e H istoriografía A ntigua                    141

        El uso del tiempo en Heródoto corresponde sobre todo a una recu­
     peración de la memoria colectiva cierta que, sin negar la tradición oral,87
     no era mítica sino histórica (ubicable en el tiempo y en el espacio), y su
     historiografía rara vez dio muestras de partidismos,88  ni fue utilizada
     para apoyar políticamente  a Atenas justificando  las  pretensiones
     atenienses del momento, ca. 431, merced a los méritos pasados, ca.
     460.89 No está demostrada siquiera la admiración exclusiva de Heródoto
     por la democracia ateniense90 ni por Pericles que es nombrado en una
     sola ocasión;91 no hay en su obra un apoyo político a alguna causa de
     interés general, al contrario que Tucídides en algún momento.92  Los
     estudiosos recientes han sobrepasado aquel calificativo heredado y ca­
     riñoso de «padre de la historia»93  y han abordado su obra con espíritu
     crítico94  sin que las convenciones narrativas95  hayan supuesto nunca
     una merma de su gran valor historiográfico, tan reconocido por otra
     parte en el desarrollo de la historiografía griega96 y de la historiografía
     occidental moderna.97


     87A.  Momigliano,  «La tradición y  el historiador clásico»,  en LHG,  1984,  50  ss.  e  Id.,
        «Historiografía sobre tradición escrita e historiografía sobre tradición oral», LHG, 1984,
        95 ss. Específicamente sobre Heródoto, R. Crahay, La littérature oraculaire chez Herodote,
        Paris 1956, y J. Kirchberg, Die Funktion del Orakel in Werke Herodote, Gotinga 1965,
        esp.  117 ss.
     88 Plut. De Herodoti malipiitate, en Moralia 854-874.
     89 Sobre la influencia sentimental de Atenas en Heródoto, A. Scholl, «Herodots Entwicklung
        zu seinen Beruf», Philologus, 10,1855,25-81. Sobre su relación con los sofistas atenienses,
        A. Dihle, «Herodot und die Sophistik», Philologus,  106, 1962, 207-220; H. Strasburger,
        «Herodot und das perikleische Athen», Historia, 4,1955,1-25; H. Kleinknecht, «Herodot
        und Athen», Hermes, 85,1940,241-264; HJ. Diesner, «Der athenische Bürger bei Herodot
        and Thukydides», Wiss. Zeitsch.  Univ. Halle., 6, 1956-1957, 899-904.
     90 La opinión política de Hdt. V 78 respecto a Atenas (Cf. VIL 139) es extensible a los espartanos
        en VII, 102-104.
     91 En Hdt. VI, 130 llama león a Pendes; y no sin cierta ironía pues tanto puede interpretarse
        como un símbolo de valor o bien de un poder despótico, C.W. Dyson, «LeontaTekein» (en
        griego),  Class.  Quart.  23,  1929,  186-195,  y  A.  Pratkowski,  «La  Sourire  ironique
        d’Herodote», Stud.  Class.  10,  1958,  51-62; L.  Pearson, «Credulity and Scepticism  in
        Herodotus», TAPhA., 72,1941, 335-355.
     92 Por ej., Hdt. 1,73 ss.
     93 J.L.  Myres, Herodotus, Father of History,  Oxford  1953;  St. Floiy, «The personality of
        Herodote», Arion, 8, 1969, 99-109.
     94 H. Verdin, Die historisch-kritische methode von Herodotus, Bruxelles 1971.
     95 H. W. Parke, «Citation and Recitation. A convention in Early Greek Historians», Hermathena,
        68,  1946, 80-92.
     96 K. von Fritz, «Herodotus and the growth of Greek historiography», TAPhA. 68,1956,315-
        340.
     97A. Momigliano, «El lugar de Heródoto en la historia de la historiografía», LHG. 1984,134-

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